Cartas al director

Arte y figuración

Últimamente he estado leyendo en la prensa algo que quienes estamos relacionados de alguna manera con la pintura llevamos años oyendo: que el arte no figurativo es el único propio de nuestra época, la contemporánea. Dicha contemporaneidad más que una circunstancia parece ser una vocación, la de situarse siempre a la vanguardia de la historia y contribuir, de esta forma, a su avance. El pasado está muerto, se insinúa, y ha de ser enterrado. La figuración en general, y el realismo en particular, están enraizados en la memoria, mientras que el arte ha de mirar al mundo con ojos permanentemente nu...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Últimamente he estado leyendo en la prensa algo que quienes estamos relacionados de alguna manera con la pintura llevamos años oyendo: que el arte no figurativo es el único propio de nuestra época, la contemporánea. Dicha contemporaneidad más que una circunstancia parece ser una vocación, la de situarse siempre a la vanguardia de la historia y contribuir, de esta forma, a su avance. El pasado está muerto, se insinúa, y ha de ser enterrado. La figuración en general, y el realismo en particular, están enraizados en la memoria, mientras que el arte ha de mirar al mundo con ojos permanentemente nuevos.También, que el deber de un galerista es descubrir nuevos valores que revolucionarán los fundamentos del arte en una continua explosión creativa. La función del artista consiste en ser irreductiblemente personal, y parece notorio que las antiguas nociones de dibujo y pintura no hacen sino coartar la personalidad del individuo. El galerista determinará lo que es personal, y lo que no lo es.

Tampoco, por lo que se ve, existe pintura buena o mala: sólo conceptualmente correcta o incorrecta. El arte no se manifiesta a través de individuos, sino de corrientes. La corriente de moda es la que cuenta mientras esté de moda. Cualquier otra no tiene valor, a menos que se erija a su vez en moda. Otros puntos de vista pueden ser tolerados, pero en ningún caso fomentados, ya que su existencia es dañina para el desarrollo del arte, por lo que se hace necesaria una depuración normativa. El arte es, pues, un club privado que fija sus normas de admisión, un club privado a los ojos del cual los pintores figurativos, sencillamente, no existimos.- Gonzalo Goytisolo Gil.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En