El cometa que causa la lluvia de estrellas en agosto, se acerca con 10 años de retraso

El cometa Swift-Tuttle, cuyas partículas de polvo forman la espectacular lluvia de meteoritos que sufre la Tierra todos los años durante el mes de agosto, ha sido avistado por primera vez desde hace 130 años. El cometa se aproxima al centro del Sistema Solar con un retraso de 10 años respecto a los cálculos iniciales de Brian Marsden, director de la Oficina Central de Telegramas, Astronómicos, en Cambridge (EE UU) que recoge información de todo el mundo sobre observaciones celestes. Marsden había calculado que este cometa tenía que acercarse a la Tierra entre 1979 y 1983.El Swift-Tuttle...

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El cometa Swift-Tuttle, cuyas partículas de polvo forman la espectacular lluvia de meteoritos que sufre la Tierra todos los años durante el mes de agosto, ha sido avistado por primera vez desde hace 130 años. El cometa se aproxima al centro del Sistema Solar con un retraso de 10 años respecto a los cálculos iniciales de Brian Marsden, director de la Oficina Central de Telegramas, Astronómicos, en Cambridge (EE UU) que recoge información de todo el mundo sobre observaciones celestes. Marsden había calculado que este cometa tenía que acercarse a la Tierra entre 1979 y 1983.El Swift-Tuttle fue observado el domingo pasado por Tsuruhiko Kiuchi, un astrónomo aficionado japonés, y sus datos han sido confirmados en los días siguientes por astrónomos de los han visto desde EE UU y Canadá.

Este cometa, que debe su nombre a los astrónomos que lo descubrieron en 1862, pasará el próximo mes de noviembre a 175 millones de kilómetros de la Tierra, por lo que sólo será visible en el cielo con telescopios o prismáticos. Los cometas periódicos, con una órbita cerrada alrededor del Sol, se acercan al centro del sistema de órbita cada cierto periodo de tiempo.

Los fragmentos y granos de polvo desprendidos del Swift-Tuttle siguen su misma órbita, y cada año, cuando la Tierra se cruza con ella, chocan con la atmósfera produciendo por combustión los destellos en el cielo de las estrellas fugaces. La gran intensidad de la lluvia de estrellas del año 1991 ya hizo pensar a los astrónomos en la cercanía del cometa.