El regreso del candidato Perot favorece inicialmente al presidente Bush

El regreso de Ross Perot ha traído un mayor clima de incertidumbre a la campaña electoral de Estados Unidos, pero no es previsible una repetición del terremoto que su primera aparición en la escena política, ocho meses atrás, provocó en la sociedad norteamericana. Aunque todavía es imprevisible la influencia que Perot puede tener en las campañas de los dos principales candidatos, George Bush parece, en principio, el más beneficiado por una carrera a tres. Para un candidato que está urgentemente necesitado de cualquier factor sorpresa para romper el ritmo que ha tomado la campaña electoral, la ...

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El regreso de Ross Perot ha traído un mayor clima de incertidumbre a la campaña electoral de Estados Unidos, pero no es previsible una repetición del terremoto que su primera aparición en la escena política, ocho meses atrás, provocó en la sociedad norteamericana. Aunque todavía es imprevisible la influencia que Perot puede tener en las campañas de los dos principales candidatos, George Bush parece, en principio, el más beneficiado por una carrera a tres. Para un candidato que está urgentemente necesitado de cualquier factor sorpresa para romper el ritmo que ha tomado la campaña electoral, la entrada de Perot puede ser positiva. Ese es el caso del presidente norteamericano, que últimamente contempla como pasan los días sin que nada haga menguar la ventaja que Bill Clinton lleva en las encuestas. La última de ellas, elaborada por la cadena CNN y el diario USA Today, da al candidato demócrata una diferencia de 17 puntos. Perot sólo tiene 7 puntos de expectativa de voto.

A 30 días de las elecciones, el presidente puede sacar algún partido de la confusión que pueda crear Perot, y puede aprovecharse también de los votos antiBush que retiren su respaldo a Clinton para dárselo al empresario tejano.

Pero la presencia de Perot tiene también un elemento negativo para la candidatura de Bush. Perot es más fuerte precisamente en aquellos Estados en los que a los republicanos se da como ganadores. Perot va a presentar batalla a Bush en lugares como Tejas, Florida o Carolina del Norte, que el presidente está obligado a ganar si quiere mantener sus posibilidades de reelección.

A cambio, Clinton puede ver ahora ligeramente amenazado su neto liderazgo en California, donde Perot también contaba bastante antes, de su retirada de la carrera, el pasado mes de julio. Esto obligará a los demócratas volver a dedicar algunas energías hacia el gran Estado del oeste, donde ya daban por ganadas las elecciones.

En unas elecciones que, en realidad, se resuelven Estado por Estado -lo importante es obtener mayorías simples en cada uno de los Estados para obtener el número de votos electorales necesario para ser elegido presidente- este mapa de las fuerzas de cada candidato a lo largo del territorio norteamericano es crucial.

Otra posible ventaja para Bush: la participación de Perot en los debates. Los jefes de campaña de ambos partidos -Robert Teeter (republicano) y Mickey Kantor (demócrata)- están a punto de anunciar un acuerdo para celebrar tres debates los próximos días 11, 15 y 19. Uno más celebrarían el día 13 los candidatos a la vicepresidencia.

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George Bush ya había dicho días antes que no tenía inconveniente en que el candidato independiente se sume a los debates.

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