El 47% de los sufragios garantiza a Iliescu la presidencia de Rumania

Los resultados provisionales de las elecciones celebradas el domingo en Rumania revelaban ayer que el presidente Ion Iliescu, que obtuvo el 47% de los sufragios, según datos no oficiales, seguirá con práctica seguridad en el cargo tras la segunda vuelta, que se celebrará el próximo día 11 de octubre. La claridad en la opción presidencial contrasta con los resultados de las elecciones al Parlamento bicameral, que establecen un fraccionamiento que hará extremadamente difícil la consecución de un Gobierno estable.

Si ningún partido es capaz siquiera de formar un núcleo sólido para una coal...

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Los resultados provisionales de las elecciones celebradas el domingo en Rumania revelaban ayer que el presidente Ion Iliescu, que obtuvo el 47% de los sufragios, según datos no oficiales, seguirá con práctica seguridad en el cargo tras la segunda vuelta, que se celebrará el próximo día 11 de octubre. La claridad en la opción presidencial contrasta con los resultados de las elecciones al Parlamento bicameral, que establecen un fraccionamiento que hará extremadamente difícil la consecución de un Gobierno estable.

Si ningún partido es capaz siquiera de formar un núcleo sólido para una coalición, las negociaciones que se abrirán en los próximos días parecen abocadas a tener serios problemas.El gran derrotado de las elecciones, además de los rivales de lliescu en la carrera por la presidencia, es el ex primer ministro Petre Roman, quien con su enfrentamiento con el presidente y antiguo aliado lliescu y la escisión en el antiguo Frente de Salvación Nacional (FSN) intentó captar al antiguo aparato del Partido Comunista (PC) en favor de una opción reformista.

Los resultados han demostrado que ante este dilema, el aparato del antiguo PC ha optado por unirse a lliescu, cuya presencia en la jefatura del Estado considera una garantía frente a posibles revanchas o investigaciones sobre sus actividades en el pasado.

Una nota positiva, en un resultado considerado en general como un grave revés al proceso democrático y a la implantación de mecanismos de economía de mercado, es el voto relativamente escaso a las fuerzas ultranacionalistas de extrema derecha.

Las elecciones se celebraron, según confirmaron los observadores del Consejo de Europa y otros parlamentarios, entre ellos cuatro españoles, sin mayores incidentes e irregularidades. La Convención Democrática, que había albergado esperanzas de romper con el inmovilismo que en todos los comicios ha demostrado la Rumania agraria, aceptó ayer como legítimos los resultados y reconoció que no se habían producido irregularidades que afectaran a los resultados.

La Rumania no urbana volvió a decidir los resultados de unas elecciones a las que nadie podrá ya poner objeciones para frenar la integración del país en organismos internacionales como el Consejo de Europa. Algunos de los dirigentes derrotados en los comicios hablaron ayer de "un día muy grave y triste para Rumania".

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Desinformación y miedo

Sin embargo, las elecciones han dejado en evidencia que por muchas y diversas causas -desinformación, miedo al futuro, subida de precios por la liquidación de subvenciones y la presión implícita o explícita del superviviente aparato comunista en el medio agrario-, sectores mayoritarios de la población rumana temen dar su voto a las opciones netamente favorables de las reformas y la democratización.El partido de lliescu, el Frente Democrático de Salvación Nacional (FDSN), en el que está integrado un núcleo conservador del aparato del antiguo PC, y que se escindió del FSN de Petre Roman, se convirtió en la fuerza mayoritaria con un 23%, seguido de la coalición de la Convención Democrática, formada por diecisiete partidos de la oposición encabezados por el Partido Nacional Campesino.

El FSN de Roman se hizo con tan sólo el 10%; la Unión Democrática Húngara de Rumania con el 9,5%, y los dos partidos ultranacionalistas de extrema derecha, el de la Unidad Nacional Rumana (PUNR) y el de, la Gran Rumania (PRM), con el 8,5% y 3,8%, respectivamente.

El Partido Nacional Liberal (PNL) de Radu Campeanu quedó reducido a la marginalidad con el 4% alcanzado.

Sin mayoría absoluta

Con el 47%, lliescu no logró la mayoría absoluta requerida en la primera vuelta para prolongar su presidencia, pero dejó descolgado y sin posibilidad alguna a su principal rival, el rector de la Universidad de Bucarest y candidato de la coalición de oposición Convención Democrática, que sólo logró el 31,3%.Con los votos del nacionalismo radical del Partido de Unidad Nacional Rumana (PUNR), que consiguió el 11% de los votos para su candidato y líder Georghe Funar, lliescu contará con la mayoría necesaria. Funar ya anunció que recomendará el voto a Iliescu.

Cais Traian Dragomir, el candidato a la presidencia del FSN de Petre Roman, quedó en un desastroso 4,7%.

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