Jan Kalvoda,

viceprimer ministro checo y presidente de la Unión Cívica Democrática, va a rasurarse el bigote para evitar que le asocien a dos dictadores, el soviético Iósif Stalin y el iraquí Sadam Husein. Al enterarse de su intención, el diario Prace, de Praga, recibió numerosas cartas de mujeres que protestaban por su futuro afeitado. Sin embargo, Kalvoda dice que ya no aguanta más, pues el periódico satírico Rohac le ha comparado ya seis veces con el fallecido líder de la Unión Soviética y le ha caricaturizado otras cuatro como el invasor de Kuwait.-...

viceprimer ministro checo y presidente de la Unión Cívica Democrática, va a rasurarse el bigote para evitar que le asocien a dos dictadores, el soviético Iósif Stalin y el iraquí Sadam Husein. Al enterarse de su intención, el diario Prace, de Praga, recibió numerosas cartas de mujeres que protestaban por su futuro afeitado. Sin embargo, Kalvoda dice que ya no aguanta más, pues el periódico satírico Rohac le ha comparado ya seis veces con el fallecido líder de la Unión Soviética y le ha caricaturizado otras cuatro como el invasor de Kuwait.-