Catorce heridos leves en Móstoles en un encierro que duró cuatro horas

El segundo y último encierro de las fiestas patronales de Móstoles, celebrado ayer, resultó más accidentado que en el día anterior. Se produjeron 14 heridos, leves en su mayoría, contusionados por caídas o encontronazos o a consecuencia de los golpes que se dieron los corredores al intentar escalar los tubos que bordeaban el recorrido y que permanecieron abarrotados de público.

Según testigos presenciales, la mayor afluencia de gente -unas 8.000 personas-, las dificultades para encerrar a los toros, el cansancio y el alcohol ayudaron a que el encierro de ayer fuera más complicado, y...

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El segundo y último encierro de las fiestas patronales de Móstoles, celebrado ayer, resultó más accidentado que en el día anterior. Se produjeron 14 heridos, leves en su mayoría, contusionados por caídas o encontronazos o a consecuencia de los golpes que se dieron los corredores al intentar escalar los tubos que bordeaban el recorrido y que permanecieron abarrotados de público.

Según testigos presenciales, la mayor afluencia de gente -unas 8.000 personas-, las dificultades para encerrar a los toros, el cansancio y el alcohol ayudaron a que el encierro de ayer fuera más complicado, y se sucedieran más accidentes.

La resistencia de los tres toros a ser encerrados en los toriles prolongó el encierro durante cuatro horas, cuando el del domingo duró apenas 35 minutos -los de Pamplona no suelen sobrepasar los tres minutos-.

Las medidas de seguridad de los encierros de Móstoles han sido similares a los de otras localidades de la zona. Se respetó la exigencia de mantener una UVI, móvil durante los festejos, había ambulancias de Cruz Roja y efectivos de Protección Civil. Sin embargo, diferentes fuentes consultadas por este periódico no han podido confirmar la existencia de dobladores en la plaza, un requisito que exige expresamente el reglamento taurino para este tipo de festejos.

Dos hospitalizados

Este año, el Ayuntamiento ha sustituido las vallas de madera por otras construidas con tubos metálicos. Al contrario que en Pamplona, no existía doble cerramiento que habilitase una zona vacía de público para garantizar la seguridad de los corredores. Fueron varios los casos en que alguno de ellos se golpeó contra los tubos al intentar agarrarse a una valla llena de público cuando el toro le perseguía.Unas dificultades que han tenido también los corredores parleños, aunque con mejor suerte. Ayer, en el segundo encierro, no se registró ningún herido. Parece existir una relación entre la duración del encierro y el número de heridos. En Parla, el domingo se prolongó durante cuatro horas, y ayer a las diez y media de la mañana el encierro concluía -había comenzado a las ocho-. Asistieron 5.000 personas.

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Los dos heridos graves en el primer encierro de Parla permanecen ingresados en el hospital de Getafe y su evolución es favorable. Enrique Asprón, que recibió una cornada en la sien izquierda, continúa en observación después de ser intervenido por el equipo de neurocirugía. El otro herido presenta una cornada en el glúteo. Los otros cuatro heridos del primer encierro se recuperan con normalidad.

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