Un preso estrangula a su compañero de célda para zanjar sus problemas

Cemal Guclu, de 30 años, no permitía ayer a los funcionarios de Carabanchel echar un vistazo a su celda de la tercera de galería de la cárcel, cuando a las ocho y media de la mañana hacían el primer recuento de los internos. Guelu tenía algo grave que ocultar en su chabolo. Su compañero de celda, de nacionalidad turca como él, yacía estrangulado en el camastro. Guchí confesó que le había matado, y explicó a los funcionarios: "Con esto se me han acabado los problemas". Asesino y asesinado estaban en prisión preventiva, según fuentes penitenciarias, por haber cometido un delito de narcotráfico....

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Cemal Guclu, de 30 años, no permitía ayer a los funcionarios de Carabanchel echar un vistazo a su celda de la tercera de galería de la cárcel, cuando a las ocho y media de la mañana hacían el primer recuento de los internos. Guelu tenía algo grave que ocultar en su chabolo. Su compañero de celda, de nacionalidad turca como él, yacía estrangulado en el camastro. Guchí confesó que le había matado, y explicó a los funcionarios: "Con esto se me han acabado los problemas". Asesino y asesinado estaban en prisión preventiva, según fuentes penitenciarias, por haber cometido un delito de narcotráfico.

El preso Hut Ekren, de 44años, murió estrangulado por su compañero de habitáculo hacia las cuatro de la mañana, en la celda número 103 de la tercera galería de Carabanchel, aunque los funcionarios de la prisión no se percataron del homicidio hasta que hicieron el primer recuento matutino, antes de las nueve de la mañana.

El confeso homicida, el turco Cemal Guclu, se apostó en ese momento en la puerta de la celda, de forma que impedía ver su interior. Una vez, que los vigilantes carcelarios le instaron a que se apartase, el preso hizo un gesto, con la cabeza, con el que señalaba el cuerpo inerte de su compañero de celda. Le había ahorcado horas antes, con una cuerda de nylon, según explicaron fuentes policiales. También tenía señales de haber recibido un golpe en la cabeza.

Pese a que el homicida confesó que tenían desavenencias entre ellos, fuentes penitenciarias aseguraron ayer que aparentemente los dos presos no tenían problemas, ya que siempre se acompañaban uno al otro y salían juntos al patio de la cárcel.

Delito de narcotráfico

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El homicida, al igual que su víctima, estaba en prisión preventiva en España por un delito de narcotráfico. Fuentes de la Jefatura Superior de, Policía afirmaron que Guclu estaba reclamado por la justicia holandesa, por estar implicado en varios delitos de homicidio en este país.

Sin embargo, en Instituciones Penitenciarias no tenían este dato, y tampoco pudieron confirmarlo en el Grupo VI de Homicidios de la Brigada de Policía Judicial. Fuentes de la investigación añadieron que que ninguno de los dos internos tenía antecedentes policía les con el nombre con el que es taban identificados en la prisión en España, si bien puede ser que los nombres de los presos estuviesen transcritos erróneamente.

Los funcionarios de Carabanchel, una vez descubierto el cadáver, alertaron a las autoridades del centro penitenciario y también al juez de guardia. Éste ordenó el levantamiento del cuerpo de Hut Ezren y su traslado al Instituto Anatómico Forense de Madrid. El homicida se encontraba anoche en las dependencias del juzgado de guardia de Madrid.

Atraco en un hotel

Por otro lado, un individuo no identificado atracó en la madrugada de ayer la conserjería del hotel Regina, situado en el número 19 de la calle de Alcalá (distrito de Centro). Un empleado del establecimiento hotelero declaró en la comisaría que un individuo intimidó con una pistola a los personas que estaba en la conserjería. Posteriormente se apoderó de 80.000 pesetas y de 100 dólares que había en la caja.

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