Tribuna:

Alta sensibilidad

La Bolsa puso ayer de manifiesto lo fácil y posible que es perder el nivel mínimo del año cuando no existe motivo alguno para hacer lo contrario. La desconfianza ante el futuro inmediato es muy grande entre los inversores, lo que les convierte en extremadamente sensibles ante cualquier tipo de datos negativos. Fue el resultado de una encuesta en Francia que indicaba que el próximo referéndum lo ganaba el no, lo que provocó la caída hasta el nivel del 205,02%, aunque la situación se salvó al cierre, no tanto porque otra encuesta indicaba lo contrario como por el habitual buen hacer de los cuida...

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La Bolsa puso ayer de manifiesto lo fácil y posible que es perder el nivel mínimo del año cuando no existe motivo alguno para hacer lo contrario. La desconfianza ante el futuro inmediato es muy grande entre los inversores, lo que les convierte en extremadamente sensibles ante cualquier tipo de datos negativos. Fue el resultado de una encuesta en Francia que indicaba que el próximo referéndum lo ganaba el no, lo que provocó la caída hasta el nivel del 205,02%, aunque la situación se salvó al cierre, no tanto porque otra encuesta indicaba lo contrario como por el habitual buen hacer de los cuidadores en esos minutos finales del día. El volumen negociado, 5.600 millones de pesetas, demuestra que el desgaste es grande y que sólo se toma el papel necesario para fijar cambios sin un deterioró excesivo.El hecho de que factores relativamente ajenos a las Bolsas, como el tipo de cambio de las monedas, influyen en su comportamiento, indica que la escasez de criterios es alta y que, en estas circunstancias, hay pocas posibilidades de resistir. Aun así, en los últimos minutos, se dejó constancia de las buenas intenciones institucionales y el índice terminó la sesión con un recorte del 0,93%, 1,94 puntos, que le alejan 17 centésimas de su nivel más bajo en casi cinco años.

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