Tribuna:

Calma estival

La Bolsa ha entrado en una fase de estancamiento de las cotizaciones y de caída del negocio que responde perfectamente a la época del año y a la ausencia de expectativas a corto y medio plazo. El análisis gráfico suele basar la posibilidad de una figura de vuelta, es decir, de una recuperación de las cotizaciones, en un descenso prolongado del volumen, pero parece que esta vez la ausencia de negocios es más fruto del aburrimiento que una opción de cambio.Los pocos más de 4.000 millones de pesetas efectivas que se negociaron en esta primera sesión veraniega no ofrecen muchas más interpretacione...

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La Bolsa ha entrado en una fase de estancamiento de las cotizaciones y de caída del negocio que responde perfectamente a la época del año y a la ausencia de expectativas a corto y medio plazo. El análisis gráfico suele basar la posibilidad de una figura de vuelta, es decir, de una recuperación de las cotizaciones, en un descenso prolongado del volumen, pero parece que esta vez la ausencia de negocios es más fruto del aburrimiento que una opción de cambio.Los pocos más de 4.000 millones de pesetas efectivas que se negociaron en esta primera sesión veraniega no ofrecen muchas más interpretaciones y han convencido a unos cuantos rezagados de la necesidad de sumar el descanso personal al paro forzoso que impone el mercado.

La facilidad de intervenir en las cotizaciones con poco dinero supone habitualmente un aliciente extra, tal vez inevitable, para los escasos cuidadores que quedan en el mercado, aunque, dado el volumen actual de negocio, hasta un inversor particular puede ceder a la tentación de mejorar el valor de toda su cartera gastando unos pocos miles de pesetas.

El índice cede 17 centésimas y se sitúa en el 216,15%, mientras que el Ibex 35 se muestra más positivo y tan sólo baja un 0,01%.

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