El PP dirige su mensaje a las clases medias al prometer menos impuestos

El Partido Popular (PP) centrará la próxima campaña electoral en la oferta de una política económica basada en la congelación de impuestos y en una serie de medidas dirigidas a las "clases medias". La dirección del PP tiene la convicción de que las próximas elecciones se decidirán en razón de la situación económica, por lo que esperan realizar una oferta atractiva que contraste con las medidas de ajuste del Gobierno, que, a su juicio, no han hecho más que empezar. No obstante, hay una preocupación en el PP, dado que, según sus sondeos, los ciudadanos no les ven como " alternativa".

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El Partido Popular (PP) centrará la próxima campaña electoral en la oferta de una política económica basada en la congelación de impuestos y en una serie de medidas dirigidas a las "clases medias". La dirección del PP tiene la convicción de que las próximas elecciones se decidirán en razón de la situación económica, por lo que esperan realizar una oferta atractiva que contraste con las medidas de ajuste del Gobierno, que, a su juicio, no han hecho más que empezar. No obstante, hay una preocupación en el PP, dado que, según sus sondeos, los ciudadanos no les ven como " alternativa".

Casi todo es optimismo entre los miembros de la dirección del Partido Popular en el momento de hacer repaso del curso político. Como principio general aseguran que no se arrepienten en absoluto de haber realizado una oposición radical al Gobierno: "Se ha demostrado que con esta política de oposición hemos conseguido erosionar de una manera importante al Gobierno", asegura un dirigente del entorno del presidente del PP, José María Aznar."La opinión pública ha estimado nuestra manera de hacer oposición, y no nos ha perjudicado aparecer en muchos momentos en solitario", continúa este interlocutor.

El presidente del PP, José María Aznar, destacó el pasa do lunes en la reunión de su comité ejecutivo cómo, a resultas de esta política, "por primera vez se había producido un tras vase de votos del PSOE hacia el PP", aseguran que señaló en dicha reunión.

Aznar comentó que no resultaba utópica la aspiración de que el PP creciera por la vía de arrebatar al PSOE un segmento de sus hasta ahora votantes. Según el análisis del PP, un sector nada desdeñable de la población tendrá muy en cuenta para decidir su voto cómo incide en su economía doméstica la política del Gobierno.

Aprovechar el enfado

En las hipótesis que baraja el PP entra la posibilidad de que las medidas de ajuste que entrarán inmediatamente en vigor no sean nada más, que el anticipo de otras que deberá tomar el Ejecutivo en los próximos meses. El factor tiempo es fundamental para los dirigentes conservadores, que se preguntan cuál puede ser la estrategia del Gobierno en los próximos meses, fechas ya preelectorales, para impedir que la tendencia a la baja de su intención de voto continúe.El objetivo del PP es precisamente evitar que los socialistas pueda recuperarse, por lo que no cejará en su política de permanente denuncia. La discusión en el próximo otoño de los Presupuestos Generales del Estado será otro de los momentos que el PP piensa aprovechar para llevar a la opinión pública su tesis de que la política económica que se derive de esas previsiones no hará sino perjudicar a los ciudadanos. "Pensamos aprovechar el cabreo general de la sociedad", reconocía un dirigente popular.

Este interlocutor predecía que "la próxima campaña electoral será básicamente económica y el PP dirá que hay otra política que no pasa por subir los impuestos ni el IVA".

Otros dirigentes del PP consultados incluían en su exposición unos elementos más objetivos al reconocer que, según los sondeos, la opinión pública mayoritariamente no percibe a este partido como una fuerza política que pueda ser alternativa al actual Gobierno.

El Gobierno, ante cualquier atisbo del PP de presentarse ante la opinión pública como una fuerza política capaz de reducir o congelar los impuestos, ha respondido con escepticismo.

El propio presidente del Gobierno, Felipe González, ha señalado en diversas ocasiones que ofertas de congelar impuestos y mantener inversiones no tienen sentido porque no cuadran las sumas". De otro lado, los socialistas señalan que en los ayuntamientos donde la derecha ostenta el gobierno, el PP no ha impulsado una política de reducción de impuestos.

Los dirigentes del PP consultados señalan que no van a cambiar su estrategia, sino tan sólo "modular" algunos mensajes e, incidir más en otros aspectos, como es el económico. Este último aspecto, no obstante, se apreciará con nitidez en el programa y en el mensaje electoral.

Estos interlocutores reconocen que, aunque su presidente, José María Aznar, ha pedido a González que convoque elecciones, son conscientes de que éstas no se celebrarán hasta la próxima primavera.

Por tanto, su política de oposición mantendrá una constante línea de denuncias. Ahora incluso alardearán de su supuesto "aislamiento", ya que el resto de la oposición también tendrá que criticar al Gobierno por su política económica.

El consenso del PP y el Gobierno para asuntos tales como la pequeña reforma de la Constitución que permitirá a los ciudadanos europeos ser elegidos en las elecciones municipales será excepcional. Este tipo de relaciones sólo se mantendrá para materias de calado institucional, según decisión de la dirección popular.

Único problema

Por otro lado, José María Aznar ha logrado mantener un grado de cohesión interna muy notable. Los interlocutores consultados consideran "entretenimientos" los movimientos minoritarios que llevan esporádicamente a cuestionar algún dirigente. Casi siempre suele ser el secretario general, Francisco Álvarez-Cascos, al ocupar el puesto más relevante y más disputado. "Ese problema no es verdadero. El único problema es el resultado de las elecciones, ya que si es malo los cambios serán radicales", vaticina un miembro del ejecutivo.