Renfe, Toledo-Madrid

No es mi intención llenar las páginas de Cartas al Director con el nefasto servicio que ofrece la Renfe en Toledo, pero como parece que, salvo en época de elecciones, los problemas cotidianos de los ciudadanos no se toman en consideración, a lo mejor logramos que dentro de unos meses algún partido político incluya en su programa el ya utópico mensaje de mejorar los servicios públicos, en concreto la Renfe.El día 5 de junio, Comisiones Obreras convocó una huelga de 24 horas, en la que, según parece y por los anuncios de la dirección en los periódicos, se iban a cumplir unos servicios mínimos. E...

No es mi intención llenar las páginas de Cartas al Director con el nefasto servicio que ofrece la Renfe en Toledo, pero como parece que, salvo en época de elecciones, los problemas cotidianos de los ciudadanos no se toman en consideración, a lo mejor logramos que dentro de unos meses algún partido político incluya en su programa el ya utópico mensaje de mejorar los servicios públicos, en concreto la Renfe.El día 5 de junio, Comisiones Obreras convocó una huelga de 24 horas, en la que, según parece y por los anuncios de la dirección en los periódicos, se iban a cumplir unos servicios mínimos. En la línea Madrid-Toledo, los usuarios nos vimos gratamente sorprendidos, ningún tren prestaría servicio, porque los chicos de Comisiones Obreras y la dirección entienden que Toledo no está incluido en el mapa ferroviario.

El día 12, una semana más tarde, el tren de las 6.15 también se declaró en huelga y no salió. Hoy, día 16, cuatro días más tarde de aquella particular huelga, el mismo tren no prestó servicio. A las 6.15, el funcionario nos comunicó que a las 6.30 un autobús nos recogería para llevarnos a Aranjuez, ¡menuda puntualidad, a las 6.45!, es decir, 30 minutos después de la salida oficial del tren llegó el autobús, terminando la excursión en la estación de Atocha casi a las 8.30, aproximadamente una hora más tarde del horario oficial.

Sin embargo, lo último de la Renfe es la particular visión que tiene la compañía sobre la categoría de los usuarios del servicio. Mientras 60 personas debíamos esperar un autobús, a las 6.10, un taxi transportaba a dos personas a la estación de Aranjuez, quizá porque el funcionario o quien corresponda, que debería ser cesado fulminantemente, desconoce el artículo 14 de la Constitución, uno que según creo habla de igualdad, porque todos los que utilizamos el tren acudimos a trabajar, y todos somos usuarios de la Renfe sin distinción, o ¿quizá los privilegiados por el servicio extra en taxi pueden emitir dos votos a la vez, que es, según parece, lo único que le importa a los partidos políticos una vez instalados en el poder?

¿Qué nos va a contar Borrell, ¡quién te ha visto ministro cuando no lo eras y quién te ve ahora!, en las próximas elecciones, que hay personas de primera categoría y otros de segunda, como ocurre con los vagones de Renfe, o que esto cada vez se parece más a una república bananera en vez de a un Estado de derecho, que es en lo que la mayoría todavía creemos?-