El papel de la ultraderecha marca la elección presidencial de hoy en Austria

Cinco millones y medio de austriacos tienen hoy una cita con las urnas para elegir al sucesor del estigmatizado Kurt Waldheim, en la jefatura del Estado. Todas las encuestas apuntan a una extraordinaria igualdad entre los dos candidatos que han llegado a esta segunda vuelta, el conservador Thomas Klestil (OEVP) y el socialdemócrata Rudolf Streicher (SPOE), pero como telón de fondo destaca el papel cada vez más preponderante en la política austríaca del líder de la extrema derecha Joerg Haider (FPOE).

Conservadores y socialdemócratas han llevado a cabo una campaña discreta, en la que...

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Cinco millones y medio de austriacos tienen hoy una cita con las urnas para elegir al sucesor del estigmatizado Kurt Waldheim, en la jefatura del Estado. Todas las encuestas apuntan a una extraordinaria igualdad entre los dos candidatos que han llegado a esta segunda vuelta, el conservador Thomas Klestil (OEVP) y el socialdemócrata Rudolf Streicher (SPOE), pero como telón de fondo destaca el papel cada vez más preponderante en la política austríaca del líder de la extrema derecha Joerg Haider (FPOE).

Conservadores y socialdemócratas han llevado a cabo una campaña discreta, en la que predominaba el mensaje de "devolver a Austria su prestigio internacional", y cerrar así el periodo de aislamiento sufrido por el país desde que se descubrió el pasado como oficial nazi del presidente saliente. Pero sus buenas intenciones de no hurgar en las heridas de un país que se unió masivamente al III Reich hifieriano se han visto truncadas a menudo. Ayer, precisamente, se celebró en la ciudad de Graz el 401 aniversario de la Kainaradschaft IV, la hermandad que agrupa a los antiguos combatientes de las Wiffen SS hitlerianas. El acto tuvo que hacerse a puerta cerrada y en ausencia de numerosos políticos del partido conservador, y también algunos socialdemócratas y del FPOE, que, en principio, habían anunciado su asistencia, encabezados por el propio gobernador de la provincia de Stiria. La polémica que se levantó finalmente les obligó adistanciarse del acto. Según uno de los organizadores, la reunión fue a puerta cerrada, para que sus 'Jóvenes miembros no sufran represalias laborales".

Criminales de guerra

Haciendo hincapié en el tema, el periódico sensacionalista Kronen Zeitung pidió a los dos candidatos que se pronunciaran sobre "la criminalización de toda la generación que hizo la guerra". Hasta el viernes, ni Klestil ni Streicher se dignaron hacerlo, pero en el mitin de cierre de la campaña que celebraron ambos candidatos, separados por menos de 100 metros, en los alrededores de la catedral de San Esteban, en el centro de Viena, el candidato conservador saludó desde el estrado a su hermano mayor, que se hallaba entre el público, y aprovechó para recordar que había participado en la guerra y que no era un criminal. Dada su situación como oasis de bienestar en medio deltorbellino de guerras y crisis que sacuden a Centroeuropa, Austria se ha convertido en uno de los lugares de mayor afluencia de refugiados y emigrantes. Consiguientemente, el tema de los extranjeros, con sus derivaciones xenófobas y racistas, ha jugado también un papel importante en la campaña. Haider y su partido, cuya candidata Heide Schinidt obtuvo un 16,4% de los votos en la primera vuelta, han sabido aprovechar el margen que les da el hecho de que su opción puede ser decisiva a la hora de inclinar el triunfo en favor del candidato conservador.

Las calles de Viena están llenas de carteles del FPOE con preguntas a los dos candidatos como: "¿Quién va a hacer de Viena una ciudad segura?" o "¿Quién se va a preocupar del futuro de nuestros hijos?". Finalmente, Haider, sin solicitar abiertamente el voto para ninguno de los dos partidos, dijo que su formación espera "el fracaso socialdemócrata".

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