Prensa vendida al mejor postor

Un asesor de la campaña electoral me señala una columna de noticias breves en la primera página de uno de los diarios de Manila: "Mira esto está todo pagado. Todos Ios periódicos de este país está vendidos". Su opinión es exagerada, pero la observación e esencialmente cierta. El asesor, un extranjero, está alarmado por el grado de corrupción alcanzado por los medio de comunicación Filipinos.

Los periodistas filipino afirman que sus medios s comparan con los occidentales en forma y contenidos pero reconocen que en lo relativo a conducta ética constituyen un mundo aparte. Malou Mangah...

Un asesor de la campaña electoral me señala una columna de noticias breves en la primera página de uno de los diarios de Manila: "Mira esto está todo pagado. Todos Ios periódicos de este país está vendidos". Su opinión es exagerada, pero la observación e esencialmente cierta. El asesor, un extranjero, está alarmado por el grado de corrupción alcanzado por los medio de comunicación Filipinos.

Los periodistas filipino afirman que sus medios s comparan con los occidentales en forma y contenidos pero reconocen que en lo relativo a conducta ética constituyen un mundo aparte. Malou Mangahas, que ha elaborado una amplia investigación, es tima que la mitad de los 3.001 periodistas filipinos ha recibido sobornos. "No existe la celosa defensa de la integridad que se observa en Occidente. Se supone que tenernos la prensa más libre de Asia, pero yo lo dudo. Algunos editores están vendidos".

Los agentes políticos pagan por la inserción de artículos laudatorios en la prensa por las apariciones de sus candidatos en televisión y radio Cada oficina electoral dispone de un equipo de mensajeros que ocupan su tiempo distribuyendo sobres repletos de dinero. Un documento interno de uno de los equipos electorales reza: "Seguid proveyendo a X para que se ocupe de las inserciones pagadas en los periódicos en los que tiene capacidad de acción. Cubrid el presupuesto semanal de las emisoras de radio para asegurar que sigue la cobertura positiva".

Así, los candidatos más ricos reciben, inevitablemente, la mejor cobertura.

Algunos reporteros cobran un sueldo que no llega a las 15.000 pesetas mensuales, y es frecuente que los editores se nieguen a pagar sus gastos de trabajo. Cuando cubren un acto electoral, el candidato corre con los gastos y, a menudo, añade un plus personal que ronda las 4.000 pesetas.