Jacinto Pellón niega que la Expo sea "la cueva de Alí Babá"

Jacinto Pellón, presidente de la Sociedad Estatal, afirmó ayer que la Expo 92 no es "la cueva de Alí Babá", comparación hecha en referencia a las quejas por los altos precios en La Cartuja. Fuentes de la muestra afirmaron que, aunque la Expo puede controlar el fraude, lo mejor para evitarlo sería "que no se cometiera".

Los organizadores de la Expo aconsejan a los visitantes que pidan recibos de sus consumiciones y compras como única forma de combatir los abusos de los concesionarios. Aunque la Expo controla a través de las terminales puntos de venta (TPV) el ingreso de cada caja, fuente...

Jacinto Pellón, presidente de la Sociedad Estatal, afirmó ayer que la Expo 92 no es "la cueva de Alí Babá", comparación hecha en referencia a las quejas por los altos precios en La Cartuja. Fuentes de la muestra afirmaron que, aunque la Expo puede controlar el fraude, lo mejor para evitarlo sería "que no se cometiera".

Los organizadores de la Expo aconsejan a los visitantes que pidan recibos de sus consumiciones y compras como única forma de combatir los abusos de los concesionarios. Aunque la Expo controla a través de las terminales puntos de venta (TPV) el ingreso de cada caja, fuentes de la muestra reconocen que se están produciendo anomalías que repercuten en el bolsillo del consumidor.Las modernas TPV -que facilitan al instante el ingreso de cada cada concesionario y sus necesidades de abastecimiento- están siendo burladas en algunos casos por los dispensadores, que marcan cantidades mucho menores de las que luego exige al cliente. Así también defraudan a la Sociedad Estatal, que percibe entre el 10% y el 30% de las ventas. En otros casos, los restaurantes ofrecen facturas escritas a mano-, por lo que no registran sus cuentas en la TPV; y en otros, a los extranjeros se les cobra más que a los españoles.