Tribuna:

La exactitud del refranero

Nadie quiere dar marcha atrás después de la reacción de Tokio y las ganancias sostenidas en Wall Street durante la última quincena. Los récords casi históricos de Londres -ayudan-, aunque sus efectos en España apenas aceleran la rotación sin incrementar los volúmenes reales. La dinámica, de la inercia en las cotizaciones se ha distanciado mucho de la vocación de los agentes del mercado, quienes a la postre inciden de forma menor en la resultante de las fuerzas concurrentes, oferta y demanda.-La inversión extranjera es vacilante, en parte por la atmósfera desigual de los medios financieros de m...

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Nadie quiere dar marcha atrás después de la reacción de Tokio y las ganancias sostenidas en Wall Street durante la última quincena. Los récords casi históricos de Londres -ayudan-, aunque sus efectos en España apenas aceleran la rotación sin incrementar los volúmenes reales. La dinámica, de la inercia en las cotizaciones se ha distanciado mucho de la vocación de los agentes del mercado, quienes a la postre inciden de forma menor en la resultante de las fuerzas concurrentes, oferta y demanda.-La inversión extranjera es vacilante, en parte por la atmósfera desigual de los medios financieros de mayor incidencia en el entorno español.

En un reciente informe publicado por II Sole 24 hore, de Milán, la consultora Standard and Poor's pone en entre dicho la credibilidad internacional de los mercados italianos por el alto déficit público del país transalpino y apostilla que otros aspectos, como el desequilibrio político, salpican a mercados como el francés. Las barbas del vecino y la exactitud del refranero nos obligan a conjurar el dedo acusador de los analistas internacionales, cuya influencia en la calificación de emisiones y mercados suele ser determinante.

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