Una operación plagada de indiscreciones

Esta operación antidroga se hubiera culminado con mayor éxito de no haber estado plagada de indiscreciones. Algo debió de alertar aparentemente a esta organización sobre la trampa que se cernía.

El Urtizberea Anaiak logró eludir la presión naval de la US Navy y cuando arribó a Pasajes (Guipúzcoa) se había deshecho ya de su comprometedora carga. La mercancía pudo ser trasvasada a otro barco o desembarcada en otro país.

El segundo carguero de la organización, el Oakleigh, fue abordado el viernes por un navío de guerra norteamericano cuando, tras abandonar aguas pr...

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Esta operación antidroga se hubiera culminado con mayor éxito de no haber estado plagada de indiscreciones. Algo debió de alertar aparentemente a esta organización sobre la trampa que se cernía.

El Urtizberea Anaiak logró eludir la presión naval de la US Navy y cuando arribó a Pasajes (Guipúzcoa) se había deshecho ya de su comprometedora carga. La mercancía pudo ser trasvasada a otro barco o desembarcada en otro país.

El segundo carguero de la organización, el Oakleigh, fue abordado el viernes por un navío de guerra norteamericano cuando, tras abandonar aguas próximas a las costas venezolanas, a la altura de la desembocadura del Orinoco, se hallaba a dos días de navegación de Puerto Rico con destino, supuestamente, a Galicia.

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Sus 10 tripulantes, todos gallegos, habían tomado también sus precauciones: habían vertido al mar su alijo de cocaína cuando el barco fue abordado. Fuentes de la investigación confían ahora en recuperar, al menos parcialmente, la droga del fondo del mar.

La discreción no ha sido la tónica de esta operación: la conocían y formaban parte de ella numerosos funcionarios locales, a diferencia de lo ocurrido cuando se produjo la Operación Nécora, y algún alcalde, como el de Noia, Pastor Alonso, del Bloque Nacionalista Galego, que horas antes de iniciarse el operativo anunció a los periodistas que estaba en marcha "una movida policial".

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El propio juez se las vio y se las deseó para tratar de frenar filtraciones que pusieran en peligro la operación. Fuentes de la investigación estiman que tales filtraciones han podido tener como resultado la fuga, al menos, de una de las personas que estaban entre los objetivos de la operación contra los narcos en Ribeira (La Coruña).

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