Ajustada carrera en la segunda vuelta de las presidenciales austriacas

Apenas el 3,5% de votos de diferencia separan a los dos candidatos a la presidencia austriaca, Rudolf Streicher, del Partido Socialdemócrata (SPOE) y Thomas Klestil, del Partido Popular (OEVP), que el 24 de mayo se enfrentarán en la segunda vuelta electoral. En los sorprendentes resultados de los comicios presidenciales del pasado domingo en Austria, Streicher logró sólo un 40,7% de los votos, seguido por Klestil con el 37,2% de las preferencias del electorado.

El candidato del Partido Popular, hasta hace poco una figura desconocida, logró así un 10,1% más que su propio partido en las ú...

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Apenas el 3,5% de votos de diferencia separan a los dos candidatos a la presidencia austriaca, Rudolf Streicher, del Partido Socialdemócrata (SPOE) y Thomas Klestil, del Partido Popular (OEVP), que el 24 de mayo se enfrentarán en la segunda vuelta electoral. En los sorprendentes resultados de los comicios presidenciales del pasado domingo en Austria, Streicher logró sólo un 40,7% de los votos, seguido por Klestil con el 37,2% de las preferencias del electorado.

El candidato del Partido Popular, hasta hace poco una figura desconocida, logró así un 10,1% más que su propio partido en las últimas elecciones parlamentarias de 1990.El gran problema de los dos ganadores es ahora qué estrategia utilizar en las próximas cuatro semanas para captar al electorado que votó por Heide Schmidt, de la derecha nacionalista -que consiguió 800.000 sufragios, el 16,4% de los votos- sin acercarse demasiado a su jefe político, Joerg Haider, líder del Partido Liberal (FPOE).

Haider es persona non grata para el líder de la socialdemocracia, el primer ministro Franz Vranitzky, y el de los populares, Erhard Busek, y no ha logrado, a pesar de sus éxitos electorales -un promedio del 18% en los Parlamentos regionales- salir de la marginalidad. Como lo define el comentarista político del semanario Profil Herbert Lackner, "Haider es aún un tabú para la coalición gubernamental".

Durante la era del ex primer ministro Bruno Kreisky, el Partido Liberal logró formar parte de una coalición con los socialdemócratas. Su jefe era entonces Norbert Steger, un blando para sus correligionarios, que ocupaba el cargo de ministro de Defensa. Desde que Haider lo reemplazó, la postura de este conglomerado, entre cuyos militantes se cuentan nostálgicos del III Reich, se radicalizó.

Los resultados electorales, al igual que los últimos acontecimientos políticos en Austria, ayudan nuevamente al protagonismo de Haider, que gana peligrosamente popularidad. El führer, como fue bautizado por un periódico vienés, declaró ayer que no dará recomendaciones a sus simpatizantes, pero añadió: "Les ayudaremos a decidir emplazando públicamente a los candidatos Streicher y Klestil".

Los temas, dijo Haider, pueden ser "el problema de los extranjeros y la política de empleo", discusiones que él ha iniciado en otras ocasiones y que han despertado la xenofobia en el país.

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El primer ministro Franz Vranitzky, amigo personal de Streicher, que ocupara el cargo de ministro de Transportes en el Gobierno del actual canciller, declaró ayer que su partido va a Iuchar por cada voto", pero advirtió que no habrá ningún tipo de acercamiento o compromiso con la "extrema derecha".

El gran perdedor de los comicios presidenciales del domingo es el escritor y futurólogo Robert Jungk, del Partido Verde Alternativo, que obtuvo sólo un 5,7% de los votos. Jungk, de 79 años, no tuvo más remedio que reconocer: "Nunca pensé ganar estas elecciones".

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