Toma de beneficios ante un futuro incierto

Los grandes mercados de valores internacionales han entrado en una fase que los analistas definen como de consolidación de beneficios, aunque esa consolidación tenga como base la posibilidad de que las bolsas internacionales hayan descontado en exceso algunos acontecimientos recientes.El mercado de Wall Street ha entrado de lleno en una fase de muchas dudas sobre la capacidad de los beneficios empresariales para reactivar las cotizaciones actuales. Los buenos resultados publicados días atrás apenas han servido para apuntalar algunas posiciones y ahora hacen falta nuevas confirmaciones que debe...

Los grandes mercados de valores internacionales han entrado en una fase que los analistas definen como de consolidación de beneficios, aunque esa consolidación tenga como base la posibilidad de que las bolsas internacionales hayan descontado en exceso algunos acontecimientos recientes.El mercado de Wall Street ha entrado de lleno en una fase de muchas dudas sobre la capacidad de los beneficios empresariales para reactivar las cotizaciones actuales. Los buenos resultados publicados días atrás apenas han servido para apuntalar algunas posiciones y ahora hacen falta nuevas confirmaciones que deben llegar del lado de los resultados macroeconómicos, el verdadero y auténtico talón de Aquiles de la Bolsa norteamericana.

El índice Dow Jones cerró así con una pérdida de 4,48 puntos para quedar en el 3.338,77, tras una sesión claramente bajista.

En la madrugada anterior, la Bolsa de Tokio había logrado un repunte de poco más de 50 yenes que no convenció a los analistas. La sensación de desánimo empieza a ganar adeptos en un mercado que espera nuevos recortes en las próximas sesiones. La mayoría de los expertos de aquel mercado coincide en señalar que habrá nuevas bajas, aunque renuncian a pronunciarse sobre los comentarios basados en los rumores de una caída libre.

Las bolsas europeas también han entrado en una zona de descuentos por motivos muy diferentes. En el mercado de Londres fue la revisión a la baja en las previsiones de beneficios de algunas sociedades y la acumulación de problemas pendientes en el sistema económico británico lo que provocó un recorte en su principal índice bursátil de 18 puntos.