Renfe centrará su actividad futura en la costa mediterránea y Andalucía

Renfe centrará su actividad en las líneas y segmentos de mercado más rentables -básicamente, la costa mediterránea y Andalucía-, según el Plan de Empresa 1992-1993 presentado ayer por la presidenta de la compañía, Mercé Sala. Este plan, que supondrá un ahorro de 6.000 millones de pesetas en 1992, considera necesario reducir los tráficos de mercancías y los trenes regionales para equilibrar los resultados.

El plan contempla una reducción de plantilla de 1.600 trabajadores por jubilaciones anticipadas y bajas por incapacidad. El documento apela a Ia feroz competencia que representa la car...

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Renfe centrará su actividad en las líneas y segmentos de mercado más rentables -básicamente, la costa mediterránea y Andalucía-, según el Plan de Empresa 1992-1993 presentado ayer por la presidenta de la compañía, Mercé Sala. Este plan, que supondrá un ahorro de 6.000 millones de pesetas en 1992, considera necesario reducir los tráficos de mercancías y los trenes regionales para equilibrar los resultados.

El plan contempla una reducción de plantilla de 1.600 trabajadores por jubilaciones anticipadas y bajas por incapacidad. El documento apela a Ia feroz competencia que representa la carretera" para justificar las medidas. En la actualidad, la cuota de mercado del ferrocarril se sitúa por debajo del 6%, tanto en mercancías como en viajeros. El plan trata de conseguir la rentabilidad en alta velocidad, largo recorrido y mercancías.En servicios regionales, las actuaciones pasan por "potenciar los servicios que generan externalidades, "siempre que sean compensados económicamente por aquellas administraciones que valoran dichas externalidades", señala el documento. Es decir, la comunidad autónoma que desee mantener una determinada línea no rentable tendrá que contribuir a su financiación.

El plan, a la espera del contrato-programa con el Estado, cifra la reducción del tráfico regional en un "7,2% kilómetro-tren". El indicador no tiene traducción, según Sala, en kilómetros de línea férrea. Sala recordó que sólo el Gobierno puede suprimir líneas y aludió a futuros convenios con autonomías para suplir trenes por otros modos de transporte público.

La aplicación del plan situará el déficit de explotación, en 1992, en 57.263 millones, 4.000 millones más que en 1991, ejercicio en el que, por vez primera, las subvenciones recibidas (unos 195.000 millones) no se contabilizaron como pérdidas. Para 1992, las subvenciones se estiman en 220.000 millones y los ingresos en 421.649 millones.

En mejora de calidad, Renfe se marca como objetivo, en 1993, que los trenes de largo recorrido lleguen, en un 85,5%, con retrasos inferiores a los 10 minutos; que el 82% de los regionales se demoren menos de cinco y que el 96% de las cercanías circulen con retrasos por debajo de los tres minutos.

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