Tokio cierra al nivel más bajo desde hace cinco años

Los analistas han justificado el cierre a la baja de Wall Street por la presión de los resultados de las bolsas europeas y de Tokio. El mercado japonés cayó al nivel más bajo de los últimos cinco años y, aunque resulta extraño pensar que esto tenga incidencia alguna sobre Nueva York, siempre queda la duda del factor psicológico.El índice Dow Jones cerré con un descenso de 36,23 puntos, para quedar a 3.231,44 y con un volumen de contratación bastante inferior a la media habitual. Los datos a publicar la semana que viene empiezan a aparecer como una duda de fondo, es decir, como un impedimento a...

Los analistas han justificado el cierre a la baja de Wall Street por la presión de los resultados de las bolsas europeas y de Tokio. El mercado japonés cayó al nivel más bajo de los últimos cinco años y, aunque resulta extraño pensar que esto tenga incidencia alguna sobre Nueva York, siempre queda la duda del factor psicológico.El índice Dow Jones cerré con un descenso de 36,23 puntos, para quedar a 3.231,44 y con un volumen de contratación bastante inferior a la media habitual. Los datos a publicar la semana que viene empiezan a aparecer como una duda de fondo, es decir, como un impedimento a la entrada de nuevos capitales en el mercado.

En EE UU pasé completamente desapercibido el aumento de los ingresos y gastos personales, que indican un incremento en la actividad económica, lo cual pone el acento sobre las presiones vendedoras que la publicación de nuevos datos económicos está ejerciendo.

La carencia de estímulos compradores ha sido también la pauta dominante en los mercados europeos, aunque aquí ha sido más la situación política la que ha impedido esa actividad.

El mercado de Londres perdió casi un 1% como reacción a la última encuesta electoral que daba una ventaja sustancial al partido laborista, mientras que París bajaba un 0,58% ante las dudas que provoca la continuidad, completa o parcial, del actual Gobierno.

Tampoco Alemania ha conseguido cambiar su trayectoria de los últimos días ante el temor que despiertan las negociaciones salariales en las empresas y la sospecha de que el grado de inflación impida recortar los tipos de interés en lo que queda de ejercicio.