Madrid y Barcelona despachan más del 60% de los documentos

Madrid y Barcelona son las aduanas más importantes de España, con un despacho de 517.339 y 671.212 documentos respectivamente, lo que representa más de un 601/6 del total de las aduanas españolas. El volumen total de documentos facturados -tanto en importaciones como exportaciones- fue de 2.149.126 en 1990.Las aduanas exteriores como Sevilla, Valencia y Bilbao, que concentran la facturación con países que no pertenecen a la Comunidad Europea, facturaron 155.479 documentos en 1990. Con el mercado único europeo, las aduanas exteriores reducirán la facturación al 30%. Las fronteras interiores con...

Madrid y Barcelona son las aduanas más importantes de España, con un despacho de 517.339 y 671.212 documentos respectivamente, lo que representa más de un 601/6 del total de las aduanas españolas. El volumen total de documentos facturados -tanto en importaciones como exportaciones- fue de 2.149.126 en 1990.Las aduanas exteriores como Sevilla, Valencia y Bilbao, que concentran la facturación con países que no pertenecen a la Comunidad Europea, facturaron 155.479 documentos en 1990. Con el mercado único europeo, las aduanas exteriores reducirán la facturación al 30%. Las fronteras interiores con países de la Comunidad Europea, como la de Irún (Guipúzcoa), que despachó 361.599 documentos, y La Jonquera (Gerona), que facturó 324.642 documentos en 1990, reducirán el volumen de trabajo prácticamente al 5%, lo que provocará su práctica desaparición en 1993. La mítica población de Portbou, que facturó 7.664 documentos en 1990, considerada tal vez la frontera más emblemática por la masiva salida de refugiados a pie tras la guerra civil, también desaparecerá.

Las zonas fronterizas con Portugal más importantes, como Fuentes de Oñoro o Tuy, en Pontevedra, y Caya, en Badajoz, despacharon 24.235, 23.760 y 28.798 documentos respectivamente, y reducirán esa actividad a alrededor de un 5%.

El volumen actual de empleo en España de los agentes de aduanas es de 8.532 trabajadores -7.072 fijos y 1.460 temporales- entre los gestores privados que no son funcionarios. Después de tramitar durante décadas la documentación a las aduanas de titularidad estatal, perderán la mayoría de ellos su puesto de trabajo. Tendrán que abrir nuevas fronteras.