Tribuna:

Débil y sin apoyos

La Bolsa española ha vuelto a demostrar en la sesión de ayer su capacidad para dejarse llevar por las situaciones negativas, por ajenas que sean. Si la semana pasada eran los vaivenes de Wall Street los que trajeron en jaque al mercado, esta vez ha sido Tokio el origen de la apatía inversora. El índice Nikkei perdió esta madrugada más de un 3% en medio de las acusaciones mutuas entre inversores y autoridades económicas sobre las causas de este espectacular descenso. Para los primeros han de tomarse inmediatamente medidas extraordinarias para relanzar la actividad económica, mientras que a nive...

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La Bolsa española ha vuelto a demostrar en la sesión de ayer su capacidad para dejarse llevar por las situaciones negativas, por ajenas que sean. Si la semana pasada eran los vaivenes de Wall Street los que trajeron en jaque al mercado, esta vez ha sido Tokio el origen de la apatía inversora. El índice Nikkei perdió esta madrugada más de un 3% en medio de las acusaciones mutuas entre inversores y autoridades económicas sobre las causas de este espectacular descenso. Para los primeros han de tomarse inmediatamente medidas extraordinarias para relanzar la actividad económica, mientras que a nivel oficial se sigue haciendo referencia a los escándalos financieros pasados para referirse al origen de la caída bursátil.Como quiera que Wall Street también abrió a la baja, la inversión autóctona optó por no plantearse cuestiones difÍciles y se limita a ajustar sus posiciones lo que, en lo referente a las instituciones, supone mantener un nivel de aplicaciones alto.

El volumen negociado, si se le resta la actividad netamente institucional, es preocupante y no presagia nada bueno, algo que también se refleja en la trayectoria del índice general, que pierde 1,31 puntos y se adentra en el margen de seguridad del 3% posterior a la pérdida del nivel del 260%.

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