El plan de convergencia prevé rebajar el gasto social para lograr un 3% de inflación en 1996

Solchaga ha presentado al último Consejo. de Ministros un plan de convergencia con Europa que supone una profunda reestructuración presupuestaria. Se pretende que en los cinco años que quedan hasta 1996 la inflación baje casi tres puntos; el déficit público, 3,6 puntos, y el crecimiento sea siempre superior al 3%. Y para conseguir todo esto, una receta básica: la contención del gasto social, que crecerá menos que la economía. Las partidas más afectadas serán sanidad y desempleo. Pero además, no habrá oferta de empleo público.El plan contempla pocas medidas concretas, pero sí establece los gran...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Solchaga ha presentado al último Consejo. de Ministros un plan de convergencia con Europa que supone una profunda reestructuración presupuestaria. Se pretende que en los cinco años que quedan hasta 1996 la inflación baje casi tres puntos; el déficit público, 3,6 puntos, y el crecimiento sea siempre superior al 3%. Y para conseguir todo esto, una receta básica: la contención del gasto social, que crecerá menos que la economía. Las partidas más afectadas serán sanidad y desempleo. Pero además, no habrá oferta de empleo público.El plan contempla pocas medidas concretas, pero sí establece los grandes objetivos macroeconómicos, alguno como el déficit, con más rigor que el exigido en Maastricht. El proyecto estima que es la única manera de conseguir reducir la inflación y los tipos de interés. Se estima que sin poder subir los impuestos y con una política monetaria muy limitada sólo quedan los presupuestos para actuar.

Pese al ajuste presupuestario, el objetivo de empleo mantiene los niveles de los mejores años. El plan prevé un millón de empleos nuevos.

Página 47

Archivado En