Sexo sin gravedad

La NASA envía a un matrimonio al espacio y desata el interés por cómo serán allí sus relaciones

Los expertos aeroespaciales de la NASA aseguran con rotundidad que en la carrera espacial no ha habido tiempo para el amor ni para el sexo. Ningún astronauta ha podido dedicarse al placer en ninguno de los viajes espaciales. Quizá todo cambiará en agosto, cuando la NASA lance al espacio durante 10 días al teniente coronel Mark Lee, de 38 años de edad, y a su esposa, la doctora Jan Davis, de 37. La NASA les seleccionó hace un año para una misión del Challenger. Pocas semanas después, los dos astronautas descubrieron que se amaban y se casaron. Los responsables de la agencia aeroespa...

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Los expertos aeroespaciales de la NASA aseguran con rotundidad que en la carrera espacial no ha habido tiempo para el amor ni para el sexo. Ningún astronauta ha podido dedicarse al placer en ninguno de los viajes espaciales. Quizá todo cambiará en agosto, cuando la NASA lance al espacio durante 10 días al teniente coronel Mark Lee, de 38 años de edad, y a su esposa, la doctora Jan Davis, de 37. La NASA les seleccionó hace un año para una misión del Challenger. Pocas semanas después, los dos astronautas descubrieron que se amaban y se casaron. Los responsables de la agencia aeroespacial norteamericana no creyeron justificable eliminarles del programa, y en agosto serán la primera pareja que vaya al espacio.

La inclusión de Lee y Davis en la tripulación del Challenger ha despertado la curiosidad de miles de norteamericanos, que se han apresurado a llamar a la NASA para saber si la pareja hará el amor en el espacio. Si es así, será la primera vez que los científicos conocerán la reacción del ser humano ante el estímulo sexual fuera del planeta.

Pese a que la NASA se ha mostrado muy remisa a detallar las reacciones sexuales en la ingravidez, no existen demasiados datos sobre lo que podría ocurrir si los astronautas Lee y Davis deciden hacer el amor en un rincón de la nave, donde también estarán la doctora Mae Jemison -la primera mujer negra que saldrá al espacio-, Jerome Apt, Mark Brown y Robert Gibson.

Se trata de un proyecto conjunto entre Estados Unidos y Japón, la misión STS-47, en la que se desarrollarán experimentos con animales y bacterias vivas y otros de procesamiento de materiales.

La experiencia de enviar a este matrimonio de astronautas se justifica también por el deseo de la NASA de prolongar la estancia de las personas enviadas al espacio. La estación espacial Libertad, una base espacial fija, estará lista a finales de esta década, y la NASA pretende enviar allí a tripulaciones mixtas por periodos de hasta seis meses.

En el espacio y con horas de relax, las relaciones íntimas entre los astronautas parecen inevitables, además de lógicas. Si eso ocurre, la NASA tendrá que explicar los resultados. Hasta ahora, la agencia no se ha caracterizado por discutir este tipo de historias con los periodistas. Se trata, al parecer, de una agencia federal tan puritana como las demás.

A pesar de que los encuentros sexuales entre los astronautas Lee y Davis serán especialmente difíciles en el shuttle, donde no hay apenas espacio material para la reclusión, lo que vaya a ocurrir en la estación espacial Libertad se desconoce. El shuttle es un apartamento, pero la estación será como un hotel.

Barbara Schwartz, portavoz de la NASA en el Johnson Space Center de Houston (Tejas), ha explicado que no cree que los astronuatas Lee y Davis tengan tiempo para hacer nada. "Estarán en el interior de una tienda de campaña con otros compañeros y no podrán salir ni perderse en el bosque".

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