Tribuna:

Dinero y dudas

El volumen negociado vuelve a ser la nota más destacada de la jornada bursátil, ya que muestra la constancia de los inversores en la toma de posiciones al margen de la evolución de las cotizaciones, mucho más sensibles a la dinámica diaria.Esta vez la positiva evolución de Wall Street no sirvió más que para relajar las tensiones de una sesión indefinida en la que los nervios del corto plazo interfirieron proyecciones más amplias. Con todo, los seguidores de la Bolsa se muestran incómodos ante los acontecimientos que, de una forma ambigua, afectan el acontecer cotidiano. Posibles escándalos y a...

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El volumen negociado vuelve a ser la nota más destacada de la jornada bursátil, ya que muestra la constancia de los inversores en la toma de posiciones al margen de la evolución de las cotizaciones, mucho más sensibles a la dinámica diaria.Esta vez la positiva evolución de Wall Street no sirvió más que para relajar las tensiones de una sesión indefinida en la que los nervios del corto plazo interfirieron proyecciones más amplias. Con todo, los seguidores de la Bolsa se muestran incómodos ante los acontecimientos que, de una forma ambigua, afectan el acontecer cotidiano. Posibles escándalos y algunos despidos de empleados son los compañeros indeseables de una andadura ya de por sí complicada.

La sesión se ha caracterizado por la indefinición, en cuanto a su trayectoria, y por la fluidez, en lo referente a la negociación, hasta que en los momentos previos al cierre la fuerte subida del mercado norteamericano facilitó un nuevo y corto avance del índice. La contratación ha superado los 18.000 millones de pesetas en el mercado continuo, una nueva muestra de la alta liquidez que disfruta el mercado en momentos de dudas. El índice gana 81 centésimas, una cifra muy baja comparada con los más de 30 puntos que subía Nueva York en esos momentos.

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