Nieve de madrugada

Retrasos en Barajas y cortes en las líneas de cercanías

EL PAÍS Los trenes de cercanías de Renfe se quedaron helados, y los aviones del aeropuerto de Barajas, ateridos, tras la primera nevada seria que cae sobre Madrid en los últimos tres años. Los convoyes de Renfe no podían atravesar los heleros formados entre las vías, y las aeronaves tenían que sacudirse la nieve de las alas antes de emprender el vuelo.

A las siete y media de la mañana la nevada bloqueó los cambios de agujas de la estación de Chamartín. Todos los trenes procedentes de la zona norte tuvieron que ser desviados hacia los andenes de Príncipe Pío.

Además, una avería de...

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EL PAÍS Los trenes de cercanías de Renfe se quedaron helados, y los aviones del aeropuerto de Barajas, ateridos, tras la primera nevada seria que cae sobre Madrid en los últimos tres años. Los convoyes de Renfe no podían atravesar los heleros formados entre las vías, y las aeronaves tenían que sacudirse la nieve de las alas antes de emprender el vuelo.

A las siete y media de la mañana la nevada bloqueó los cambios de agujas de la estación de Chamartín. Todos los trenes procedentes de la zona norte tuvieron que ser desviados hacia los andenes de Príncipe Pío.

Además, una avería dejó fuera de servicio el sistema de señales en la línea de Alcalá de Henares. Alrededor de las 9.30 habían saltado los indicadores en la estación de Coslada.

Más información

A las 8.15, las brigadas de trabajadores de Renfe consiguieron despejar dos vías para abrir al tráfico el túnel ferroviario que discurre bajo el paseo de la castellana hasta la estación de Atocha. Había tanta nieve acumulada entre las traviesas que hubo que suspender también el tráfico de trenes de la estación de Príncipe Pío. Hasta las once de la mañana, las líneas de cercanías no volvieron a recuperar la normalidad. Los problemas en el tráfico ferroviario afectaron a unos 5.000 viajeros, según informaron fuentes de Renfe.

Hielo en las alas

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En el aeropuerto de Barajas, los quitanieves funcionaron con eficiencia para despejar las pistas. Pero ningún avión fue autorizado a despegar sin pasar por un proceso de limpieza -se les proyectan agua caliente y sal- de la nieve acumulada sobre su fuselaje. A gran altitud, las placas de hielo son mortales para las aeronaves. Un portavoz de Aeropuertos Españoles aseguró que hasta las diez de la mañana cerca de la mitad de las 77 salidas y llegadas programadas habían sido suspendidas.

A lo largo de la mañana, el retraso medio acumulado en las operaciones de aterrizaje y despegue de Barajas era de 50 minutos. La compañía Iberia canceló siete salidas -cinco internacionales y dos nacionales- que experimentaban una demora superior a las dos horas, y distribuyó a los pasajeros en vuelos posteriores. El puente aéreo Madrid-Barcelona funcionó con normalidad, según Iberia, aunque el inicio de sus operaciones sufrió un retraso de 20 minutos.

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