Rotundo triunfo del Frente Nacional de Le Pen en una elección parcial en Niza

El Frente Nacional confirmó el pasado domingo su condición de primer partido político de Niza al obtener el 38% de los sufragios expresados en la primera vuelta de una elección cantonal parcial. El candidato del movimiento ultraderechista mejoró en ocho puntos el anterior resultado electoral obtenido en esa localidad por los partidarios de Jean-Marie Le Pen y superó ampliamente a otros siete competidores; entre ellos, el del Partido Socialista (PS), que sólo obtuvo el 12,10% de los votos.

El triunfo ultraderechista da alas a las aspiraciones de Le Pen de convertirse en el futuro preside...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Frente Nacional confirmó el pasado domingo su condición de primer partido político de Niza al obtener el 38% de los sufragios expresados en la primera vuelta de una elección cantonal parcial. El candidato del movimiento ultraderechista mejoró en ocho puntos el anterior resultado electoral obtenido en esa localidad por los partidarios de Jean-Marie Le Pen y superó ampliamente a otros siete competidores; entre ellos, el del Partido Socialista (PS), que sólo obtuvo el 12,10% de los votos.

El triunfo ultraderechista da alas a las aspiraciones de Le Pen de convertirse en el futuro presidente de la región Provenza-Alpes-Costa Azul. La elección parcial de Niza ha sido la última antes de los comicios-regionales que se celebrarán en toda Francia el próximo 22 de marzo. Las primeras encuestas de opinión aseguran que el Frente Nacional superará a los socialistas en varios departamentos meridionales y también en la región parisiense.En un mitin celebrado en Niza el pasado fin de semana, Le Pen afirmó que los actuales sucesos de Argelia ponen en evidencia "el desastre" que para ese país supuso el fin de la colonización francesa. "Hay que rehabilitar el recuerdo de la Francia imperiaV, dijo el caudillo ultraderechista, que se declaró partidario de incrementar la cooperación de Francia con sus antiguas colonias, siempre y cuando éstas "rindan homenaje" a ese pasado colonial. "El hombre blanco", proclamó Le Pen, "debe retomar la carga de la ayuda a los pueblos del Tercer Mundo".

Otros participantes en el acto insultaron al general De Gaulle por haber concedido la independencia a Argelia. "De Gaulle fue el más grande traidor de todos los tiempos", afirmó uno de ellos. Rodeado de pieds-noirs, Le Pen entonó el Canto de los africanos, escuchó el Je ne regrette rien (No lamento nada), de Edith Piaf, y guardó un minuto de silencio por los terroristas de la OAS fusilados por De Gaulle.

"Yo no odio a los árabes; no tengo nada en contra de que vivan de acuerdo con sus tradiciones en sus propios países", dijo en otro momento el líder del Frente Nacional. Paradójicarriente, Le Pen es uno de los políticos franceses que condenan con más vigor a la actual junta cívico-militar argelina, por considerar que el FIS debería haber disfrutado de su victoria electoral. La conquista del poder por el FIS, piensa Le Pen, "hubiera aclarado las cosas" y hubiera justificado la "devolución" de numerosos inmigrantes argelinos.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En