Los padres del alumno herido denuncian que hubo negligencia en el instituto

Jaime Casado, cuyo hijo sufrió daños en una mano hace un año durante una clase de educación física en el instituto Antonio Domínguez Ortiz, de Vallecas, ha afirmado que el accidente se debió a una negligencia de los responsables del centro, que, dice, intentan restar importancia a las consecuencias del hecho.



El muchacho cayó, en enero del año pasado, sobre unas lunas que estaban en el gimnasio después de que un cristalero cambiara las ventanas, rotas durante las vacaciones. A resultas de la caída, el alumno perdió completamente la movilidad de la mano derecha. Según el i...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Jaime Casado, cuyo hijo sufrió daños en una mano hace un año durante una clase de educación física en el instituto Antonio Domínguez Ortiz, de Vallecas, ha afirmado que el accidente se debió a una negligencia de los responsables del centro, que, dice, intentan restar importancia a las consecuencias del hecho.

El muchacho cayó, en enero del año pasado, sobre unas lunas que estaban en el gimnasio después de que un cristalero cambiara las ventanas, rotas durante las vacaciones. A resultas de la caída, el alumno perdió completamente la movilidad de la mano derecha. Según el informe del forense, al chico le ha quedado la mano ,,en forma de garra irreductible". "Esta secuela", prosigue el informe, "se puede considerar como permanente, e incapacitará al lesionado para utilizar la mano derecha" [el niño es diestro].

Multa de 50.000 pesetas

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

A raíz del accidente, los padres presentaron una denuncia por la vía penal, resuelta por el Juzgado de Instrucción número 1 de Madrid el pasado mes de diciembre. La sentencia condena a la directora del centro y a la profesora de gimnasia al pago de una multa de 50.000 pesetas cada una y de las costas procesales por una falta de imprudencia. Además, establece una indemnización de siete millones de pesetas para el alumno, más 8.000 pesetas por cada día de recuperación, que serán pagadas por una compañía de seguros.

El Ministerio de Educación ha anunciado que recurrirá el fallo por entender que la vía penal no es la adecuada. Los profesores del centro, mientras, estudian la posibilidad de suspender todas las actividades extraescolares porque se consideran desamparados.

Para los padres, la vía utilizada es la correcta, porque lo ocurrido es consecuencia "de la negligencia real de las personas encargadas del cuidado de los alumnos". 'Los cristales estaban indebidamente colocados en el gimnasio, sin protección, y a pesar de ello se dio la clase", afirman. "No pretendemos sacar dinero, porque no hay compensación posible. Se trata de velar por los derechos de nuestro hijo y de todos los niños, porque le podía haber ocurrido a cualquiera".

Archivado En