Cortos recorridos

El mercado ha entrado en una fase de estabilidad con avances y retrocesos de ciclo supercorto que indican que no existe una orientación clara. A la espera de los resultados de 1991, los datos que están proporcionando estos días algunas sociedades, principalmente los bancos, demuestran una desaceleración de los beneficios, aunque éstos sigan creciendo en términos reales. Las carteras están ahora más colocadas en renta fija que variable, en relación con la situación de hace un mes. Este dato, que indica mayor confianza en las acciones, no logra, sin embargo, explicar por qué la Bolsa no supera u...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El mercado ha entrado en una fase de estabilidad con avances y retrocesos de ciclo supercorto que indican que no existe una orientación clara. A la espera de los resultados de 1991, los datos que están proporcionando estos días algunas sociedades, principalmente los bancos, demuestran una desaceleración de los beneficios, aunque éstos sigan creciendo en términos reales. Las carteras están ahora más colocadas en renta fija que variable, en relación con la situación de hace un mes. Este dato, que indica mayor confianza en las acciones, no logra, sin embargo, explicar por qué la Bolsa no supera un cierto nivel, a no ser que una parte de la inversión se mantenga a la espera de una subida de mayor calado que la de la semana pasada para deshacer posiciones. En Barcelona, por ejemplo, y pese a las recientes subidas, la cota del 230% no se alcanza desde noviembre.Sólo algunos sectores muy castigados, como el cementerio y el químico, registraron ayer alzas en las primeras operaciones del mercado continuo. Los demás, con la excepción de algunos valores de servicios que también tiraron del índice, se mantuvieron con un equilibrio entre el dinero y el papel.

Archivado En