Calidad y competencia
Soy, en principio, partidario de la competencia, ya que creo que a largo plazo redunda en beneficio del consumidor.Soy también uno de los españoles que disfrutan con TVE, especialmente con las series de humor de La 2 (Los Simpson, Aquellos maravillosos años, etcétera), y que no sienten un especial interés por la programación de otras cadenas privadas.
Si la competición por los niveles de audiencia y la rentabilidad implican un descenso en la calidad de los espacios de nuestra televisión, como se está empezando a apreciar, no me importará en absoluto, que la cadena del Esta...
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Soy, en principio, partidario de la competencia, ya que creo que a largo plazo redunda en beneficio del consumidor.Soy también uno de los españoles que disfrutan con TVE, especialmente con las series de humor de La 2 (Los Simpson, Aquellos maravillosos años, etcétera), y que no sienten un especial interés por la programación de otras cadenas privadas.
Si la competición por los niveles de audiencia y la rentabilidad implican un descenso en la calidad de los espacios de nuestra televisión, como se está empezando a apreciar, no me importará en absoluto, que la cadena del Estado se sufrague en parte con dinero público. No me gustaría que la publicidad alcanzase cotas insoportables y que empezaran a proliferar los programa-concurso-entretenimiento zafios y vacíos de contenido, unidos a la promoción machacona de la programación propia.-