Cartas al director

Resurrecciones

Las pantallas de toda España estrenaron estas Navidades la nueva versión que el estimable cineasta italiano, sumido en la decadencia y, a lo peor, los encargos increíbles, Luigi Comencini ha hecho de aquella historia de Marcelino, pan y vino, el infumable sortilegio de beatería milagrera que el franquista escritor José María Sánchez Silva escribiera (una popular casa editorial ha relanzado, aprovechando la coyuntura, el cuento) y Ladislao Vajda pasara a imágenes hace unas cuantas décadas. Al socaire de estas recuperaciones anhelamos, sin duda, un remake de las revelaciones de Fát...

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Las pantallas de toda España estrenaron estas Navidades la nueva versión que el estimable cineasta italiano, sumido en la decadencia y, a lo peor, los encargos increíbles, Luigi Comencini ha hecho de aquella historia de Marcelino, pan y vino, el infumable sortilegio de beatería milagrera que el franquista escritor José María Sánchez Silva escribiera (una popular casa editorial ha relanzado, aprovechando la coyuntura, el cuento) y Ladislao Vajda pasara a imágenes hace unas cuantas décadas. Al socaire de estas recuperaciones anhelamos, sin duda, un remake de las revelaciones de Fátima, producido por Víctor Manuel, el chaval que, años ha, le dedicaba sus trinos a Manuel Llaneza, Salvador Allende o Cuba, protagonizado por la Pantoja, recién salida de un lifting. Las taquillas arderían... de devoción.-

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