GENTE

César Rincón,

el torero colombiano que este año puso en pie las plazas más importantes de España, sigue despertando pasiones populares en su país, donde hoy afronta el reto de lidiar seis toros de diferentes ganaderías en la plaza de Santa María de Bogotá, primera corrida de la temporada. Considerado un héroe nacional desde su regreso a Colombia en olor de multitudes, después de triunfar en Europa, la reaparición del matador de toros en Bogotá ha creado una inusual expectación incluso en los medios no taurinos. Tras haberse agotado completamente el aforo de la plaza desde hace semanas, todo hace pensar que ...

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el torero colombiano que este año puso en pie las plazas más importantes de España, sigue despertando pasiones populares en su país, donde hoy afronta el reto de lidiar seis toros de diferentes ganaderías en la plaza de Santa María de Bogotá, primera corrida de la temporada. Considerado un héroe nacional desde su regreso a Colombia en olor de multitudes, después de triunfar en Europa, la reaparición del matador de toros en Bogotá ha creado una inusual expectación incluso en los medios no taurinos. Tras haberse agotado completamente el aforo de la plaza desde hace semanas, todo hace pensar que al hacer el paseíllo esta tarde el torero recibirá, probablemente, el más largo, atronador y enfervorecido aplauso de una afición que acudirá al festejo vestida de blanco como homenaje al diestro. A Rincón, que ha reencarnado de nuevo el viejo mito del torero pobre y humilde que en unos meses se convierte en triunfador, le cambió la suerte la tarde en que salió por primera vez a hombros de la plaza madrileña de Las Ventas. Semanas antes, sin embargo, recién llegado a España y con una sola corrida contratada en Valencia, el torero no sólo no se esperaba un éxito tan vertiginoso, sino que, según cuentan sus allegados, tenía que contar el dinero para comer o para llamar por teléfono a su tierra.

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