Cartas al director

Sevilla 92 y el futuro

Quinientos años después del primer gran viaje, Sevilla se dispone a iniciar su viaje al futuro, que es el de España, y así lo pregona a los cuatro vientos mediante la Expo 92. Pero ese viaje al siglo XXI, a la Europa del mercado único, a la competitividad tan en boca del Gobierno, va a ser un viaje frustrante, ya que la Expo 92 va a comenzar quemando las naves (aparte de las que se hunden en las botaduras).Esto viene a cuento de los precios de los alojamientos en Sevilla durante el periodo de la exposición, y no me refiero a los precios que puedan alcanzar las habitaciones de los oportunistas,...

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Quinientos años después del primer gran viaje, Sevilla se dispone a iniciar su viaje al futuro, que es el de España, y así lo pregona a los cuatro vientos mediante la Expo 92. Pero ese viaje al siglo XXI, a la Europa del mercado único, a la competitividad tan en boca del Gobierno, va a ser un viaje frustrante, ya que la Expo 92 va a comenzar quemando las naves (aparte de las que se hunden en las botaduras).Esto viene a cuento de los precios de los alojamientos en Sevilla durante el periodo de la exposición, y no me refiero a los precios que puedan alcanzar las habitaciones de los oportunistas, sino a los precios oficiales establecidos por la empresa Sevilla Abierta, dependiente de la Sociedad Estatal para la Exposición Universal de 1992 y de la empresa Exhibit.

De acuerdo con estas tarifas oficiales, resulta que para pasar una noche en Sevilla en la opción más económica, es decir, en una casa particular sin derecho a desayuno y con un baño compartido para cuatro personas, para un

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Sevilla 92 y el futuro

Viene de la página anteriorgrupo de cuatro personas hay que pagar 25.000 pesetas. Y si se tiene la pretensión de tomar un apartamento con una plaza de garaje, el precio puede llegar a las 40.000 pesetas por noche.

Si los índices de actividad industrial disminuyen de forma constante y otro tanto sucede con la agricultura y la ganadería, basándose nuestra economía cada vez más en los servicios, y si dentro de los servicios exprimimos el turismo de la forma que lo estamos haciendo, ¿qué papel nos está reservado para el futuro?

Por mucho que queramos enganchamos al carro del futuro pregonando nuestra vocación europea, un país se construye con hechos, día a día, y con los pies en el suelo.-

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