Reportaje:

Gorka nunca pensó ser actor

Un niño con el síndrome de Down protagoniza un cortometraje sobre la naturaleza

Un guión, un año de estudio y su estrecho contacto con la naturaleza llevaron a Gorka Zufiaurre, un niño de 13 años, con síndrome de Down, a ser el protagonista del documental Aquel mundo de Jon. Hace dos semanas, en el Festival de Cortometrajes de Bilbao, sentado en una de las butacas de la sala de proyección al lado de sus padres y de su hermana Sara, se contempló en la gran pantalla. No quería que su ama (madre) llorase, porque si no a él también se le iban a escapar las lágrimas. "Estaba emocionado. Todo me daba vueltas", relata al recordar ese momento.Gorka lleva una vid...

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Un guión, un año de estudio y su estrecho contacto con la naturaleza llevaron a Gorka Zufiaurre, un niño de 13 años, con síndrome de Down, a ser el protagonista del documental Aquel mundo de Jon. Hace dos semanas, en el Festival de Cortometrajes de Bilbao, sentado en una de las butacas de la sala de proyección al lado de sus padres y de su hermana Sara, se contempló en la gran pantalla. No quería que su ama (madre) llorase, porque si no a él también se le iban a escapar las lágrimas. "Estaba emocionado. Todo me daba vueltas", relata al recordar ese momento.Gorka lleva una vida como la de cualquier niño de su edad. Vive en el caserío Irigon de Urretxu (Guipúzcoa), en una zona rodeada de montes, y cursa octavo de EGB. Gorka habla euskera y castellano, idioma éste que ha tenido que perfeccionar para aprenderse los diálogos del corto, y dice ser un gran aficionado a la egiptología, los trabajos manuales y los dibujos animados. Cuando se le menciona su faceta de actor intenta restarle importancia al tema: "Eso ya está casi olvidado". Asegura que el personaje de Jon se le parece algo, pero no demasiado, y, mientras juega con su perro Bat, dice que le gusta más ser Gorka que Jon porque "yo soy real, y él, no".

El documental narra la historia de Jon, un niño deficiente mental que manifiesta una especial sensibilidad hacia la naturaleza y que conoce una parte del entorno en el que vive. Un hecho circunstancial le permite descubrir un mundo en el que existe la contaminación y la industria, lo que provoca nuevas sensaciones en la vida del pequeño.

Gorka es un niño exigente consigo mismo; aquellas cosas que hace las quiere hacer bien. Cuando comenzó a estudiar el guión recuerda que tuvo que pasar muchas horas aprendiendo nuevas palabras en castellano. "Hasta que no las pronunciaba bien no paraba", explica. Ésa es una constante en todo lo que hace, según comenta su familia. Su hermana Sara enseña con orgullo algunas muestras de las habilidades manuales de Gorka, entre otras cosas, una alfombra de lana en la que está dibujado un león. A la vista de sus trabajos, Gorka no tiene reparos en asegurar que él es un artista, "pero no de los de Hollywood".

El equipo del rodaje de Aquel mundo de Jon se quedó sorprendido del interés y de la atención que Gorka mostraba a cada indicación del director del corto, Aitor Mantxola, y cómo actuaba delante de la cámara. Mantxola fue el director de fotografía de Alas de mariposa, que recibió la Concha de Oro del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

En breve, Gorka doblará al euskera el documental. "Seguro que lo haré mejor", dice. Aún no sabe si repetirá su experiencia ante las cámaras. "Es que yo nunca había pensado ser actor", explica.

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