"¡Buscaos la vida!"
Cuando se constituyó el nuevo Gobierno, el pasado mes de marzo, el presidente Felipe González dijo a sus ministros que "se buscaran la vida" con el partido. González, consciente de que la salida del Gobierno de Alfonso Guerra cambiaba totalmente el modelo de relaciones pretendía, de ese modo, amarrar unas relaciones que el nuevo vicepresidente Narcís Serra, en solitario, no podía garantizar.
El propio González, desde la crisis con motivo de la guerra del Golfo, reducía su sancta santorum al trío Narcís Serra-Francisco Fernández Ordóñez-Rosa Conde.
Desde entonces, las r...
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Cuando se constituyó el nuevo Gobierno, el pasado mes de marzo, el presidente Felipe González dijo a sus ministros que "se buscaran la vida" con el partido. González, consciente de que la salida del Gobierno de Alfonso Guerra cambiaba totalmente el modelo de relaciones pretendía, de ese modo, amarrar unas relaciones que el nuevo vicepresidente Narcís Serra, en solitario, no podía garantizar.
El propio González, desde la crisis con motivo de la guerra del Golfo, reducía su sancta santorum al trío Narcís Serra-Francisco Fernández Ordóñez-Rosa Conde.
Desde entonces, las relaciones entre el Gobierno y el partido no han alcanzado un nivel aceptable, pese a los esfuerzos del vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, según se asegura en medios del Ejecutivo socialista. Serra mantiene contacto casi diario con el secretario de Organización del PSOE, José María Benegas.
Pero no todos los ministros del Gabinete han seguido por igual las consignas del presidente González. Por ejemplo, Pedro Solbes, ministro de Agricultura, no mantiene relaciones con el PSOE. Otros, como el catalán Jordi Solé Tura, titular de Cultura, canalizan sus relaciones a través de la organización del PSC-PSOE.
La situación por la que atraviesa la ejecutiva del PSOE tampoco permite asegurar un firme respaldo al Gobierno. Los recelos existentes hacia el Gobierno no se han disipado.
La dirección del partido socialista continúa a la defensiva y, además, atraviesa una época de ajuste económico, tras el destape de una parte de sus vías de financiación.