Tierra de nadie

La orientación bajista ha vuelto a la Bolsa española tras el paréntesis abierto por la festividad norteamericana del Día de Acción de Gracias. El dinero que ha desaparecido como por ensalmo y es otra vez el papel el que ha tomado la voz cantante en la evolución del mercado. Los goteos a la baja siguen siendo el único elemento de medida que da la capacidad de la Bolsa, al menos en tanto el entorno económico ofrezca algún cambio capaz de cambiar el rumbo de la voluntad inversora.En estos momentos, toda la atención se centra en los indicadores que miden la situación del mercado a través del volum...

La orientación bajista ha vuelto a la Bolsa española tras el paréntesis abierto por la festividad norteamericana del Día de Acción de Gracias. El dinero que ha desaparecido como por ensalmo y es otra vez el papel el que ha tomado la voz cantante en la evolución del mercado. Los goteos a la baja siguen siendo el único elemento de medida que da la capacidad de la Bolsa, al menos en tanto el entorno económico ofrezca algún cambio capaz de cambiar el rumbo de la voluntad inversora.En estos momentos, toda la atención se centra en los indicadores que miden la situación del mercado a través del volumen de contratación. Si el nivel de las cotizaciones sirve de argumento para los que piensan que esa situación es de sobreventa, no faltan quienes ven en los actuales volúmenes un apoyo excesivo que poco o nada puede aportar a una Bolsa en crisis. El análisis gráfico espera la formación de las llamadas figuras de vuelta, hasta ahora sólo presentes en unos cuantos valores aislados, y para ello necesita la constatación de una retirada casi absoluta de las órdenes de venta y, por supuesto, de cualquier apoyo institucional. El índice, muy influido durante toda por el descenso de las bolsas europeas, frenó al cierre ante la tranquilidad que se respiraba en Wall Street y termina perdiendo 29 centésimas.