Tribuna:

La muerte tiene su 'chart'

Se cuenta la historia verídica de una chartista -un bolsista que basa su análisis de mercado en gráficos sobre la evolución de las cotizaciones- que en un avión fue a sentarse al lado de un hombre que estudiaba detenidamente un chart. El gráfico mostraba una formación clásica, cabeza-hombros, es decir la evolución primero alcista y después bajista de los volúmenes de dinero y los precios de los valores en la Bolsa. El financiero, picado por la curiosidad, sucumbió a la pregunta inevitable: ¿Qué expresa su análisis? ¿A qué sociedad se refiere? ¿O es una simple evolución del indice...

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Se cuenta la historia verídica de una chartista -un bolsista que basa su análisis de mercado en gráficos sobre la evolución de las cotizaciones- que en un avión fue a sentarse al lado de un hombre que estudiaba detenidamente un chart. El gráfico mostraba una formación clásica, cabeza-hombros, es decir la evolución primero alcista y después bajista de los volúmenes de dinero y los precios de los valores en la Bolsa. El financiero, picado por la curiosidad, sucumbió a la pregunta inevitable: ¿Qué expresa su análisis? ¿A qué sociedad se refiere? ¿O es una simple evolución del indice general? Su acompañante, un conocido médico especializado en enfermedades coronarias, sonreía con un rictus de sobriedad profesional: No se trata de ningún gráfico de Bolsa; es simplemente el electrocardiograma de un paciente mío que desgraciadamente murió poco después.De infarto ya no muere nadie en el corro electrónico de nuestros días, mucho menos cuando las cotizaciones no ofrecen el menor síntoma de sobresalto. Quien muere cada día un poco es simplemente el propio mercado, cuyo chart es el electro perfectamente plano o la rigidez de la oferta.

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