Tribuna:

Juego duro

Los inversores han abandonado sus dudas de los úItimos días para dar paso al convencimiento de que cualquier situación, por mala que sea, es susceptible incluso de empeorar. La consecuencia de este cambio de visión del mercado ha sido un predominio absoluto del papel a lo largo y ancho de la sesión.El índice ha superado con creces la zona de soporte comprendida entre el 265%, y el 260% -llegó a perder hasta 5,74 puntos-, y abre ahora una serie de incógnitas para las que existen pocas respuestas.

La estabilidad de los tipos de interés, confirmada una vez por el Banco de España a través d...

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Los inversores han abandonado sus dudas de los úItimos días para dar paso al convencimiento de que cualquier situación, por mala que sea, es susceptible incluso de empeorar. La consecuencia de este cambio de visión del mercado ha sido un predominio absoluto del papel a lo largo y ancho de la sesión.El índice ha superado con creces la zona de soporte comprendida entre el 265%, y el 260% -llegó a perder hasta 5,74 puntos-, y abre ahora una serie de incógnitas para las que existen pocas respuestas.

La estabilidad de los tipos de interés, confirmada una vez por el Banco de España a través de la subasta decenal de certificados, y los datos económicos publicados el pasado viernes en Estados Unidos han contribuido a generar ese ambiente entre indeciso y pesimista que ha provocado. una auténtica lluvia de órdenes de venta en el mercado. El índice Dow Jones, del que se dice que ya ha descontado incluso una posible baja en los tipos de interés en Estados Unidos, perdía en el momento del cierre de la Bolsa española 26 puntos, un dato que explica en parte el que apenas hubiera apoyos al concluir la jornada de ayer. El índice madrileño perdió 5,27 puntos y se sitúa en el 258,50%.

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