Cartas al director

Época fatídica

Como cada año, nos aproximamos a la época fatídica en que se consuma ese gran desastre ecológico urbano que son las podas (mucho mejor sería llamarles talas) de los pocos árboles que nos quedan.Es el desastre más absurdo y artificial que encuentro: plantar un árbol para destrozarlo a los pocos años con una motosierra.

Como no soy biólogo, ni ecólogo, ni tengo el título que haga más sólida mi opinión que la de un simple ciudadano preocupado y avergonzado por el trato que se da a nuestras plantas, permítanme que me remita a un experto y les transcriba literalmente un párrafo del libro de ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Como cada año, nos aproximamos a la época fatídica en que se consuma ese gran desastre ecológico urbano que son las podas (mucho mejor sería llamarles talas) de los pocos árboles que nos quedan.Es el desastre más absurdo y artificial que encuentro: plantar un árbol para destrozarlo a los pocos años con una motosierra.

Como no soy biólogo, ni ecólogo, ni tengo el título que haga más sólida mi opinión que la de un simple ciudadano preocupado y avergonzado por el trato que se da a nuestras plantas, permítanme que me remita a un experto y les transcriba literalmente un párrafo del libro de Emmanuel Michau titulado La poda de árboles ornamentales:

"¿Hace falta podar los árboles? Un árbol situado en un medio que le conviene y al que se ha adaptado poco a poco, que no sufre coacciones especiales en su expansión aérea o subterránea y que no presente señales de debilidad o de ataques parasitarios, no necesita poda". -

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En