El nuevo movimiento vecinal, una erupción espontánea

Los principales partidos de la izquierda -que en otra época dominaban el movimiento vecinal- reconocen haberse visto sorprendidos por la erupción del conflicto desatado en Madrid contra las drogas y, por derivación, contra los gitanos. Todos los consultados advierten que eran conscientes de la existencia de un inquietante caldo de cultivo, pero creen que la explosión final ha sido espontánea, ajena a los intereses partidistas y a hipotéticas operaciones inmobiliarias en la zona.

El estallido vecinal de las últimas semanas ha sido considerado "insolidario" por la Federación de Asociacion...

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Los principales partidos de la izquierda -que en otra época dominaban el movimiento vecinal- reconocen haberse visto sorprendidos por la erupción del conflicto desatado en Madrid contra las drogas y, por derivación, contra los gitanos. Todos los consultados advierten que eran conscientes de la existencia de un inquietante caldo de cultivo, pero creen que la explosión final ha sido espontánea, ajena a los intereses partidistas y a hipotéticas operaciones inmobiliarias en la zona.

El estallido vecinal de las últimas semanas ha sido considerado "insolidario" por la Federación de Asociaciones de Vecinos. Prisciliano Castro, su presidente, afirma que en Villaverde -el barrio donde se desató el conflicto- hay "más payos que gitanos que venden droga", y añade que los problemas por tráfico de estupefacientes ya estaban presentes allí antes de que se intentara construir un poblado gitano.En los barrios periféricos del Sur de Madrid se palpaba una "situación social explosiva", en palabras de un portavoz de Izquierda Unida. Los componentes de esta bomba de relojería, según argumenta esta fuente, son el paro juvenil, el tráfico de drogas y la convivencia de la población marginal con los trabajadores jóvenes que no pueden quedarse en el centro de Madrid.

Las fuentes consultadas en los partidos de izquierda señalan que el estallido ha surgido espontáneamente: los barrios han tomado la iniciativa, a causa de la desprotección por parte de las administraciones públicas. Estos informantes resaltan que el descontento viene propiciado por una menor atención de los responsables públicos hacia los barrios del Sur.

La socialista Elena Vázquez, consejera de Integración Social de la Comunidad de Madrid, denuncia la "irracionalidad" de los levantamientos y su racismo. Ella recuerda que en estos días los vecinos han llegado a decir que no quieren ni droga ni gitanos. En este análisis, concluye que hay un ascenso de movimientos de extrema derecha en toda Europa.

Hay más acusaciones de insolidaridad en la rebelión del sur de Madrid. Un portavoz de Comisiones Obreras advierte que si Villaverde se sale con la suya, "ningún otro barrio de Madrid aceptará los asentamientos", tuya función es erradicar un censo de 1.682 familias chabolistas.

Especulación

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Una fuente socialista afirmaba que detrás del conflicto de Villaverde puede haber intereses económicos de conocidas familias que poseen terrenos en la zona, lo que, de ser cierto, descartaría la espontaneidad de los levantamientos. Sin embargo, ni el PSOE como partido ni las fuentes consultadas en IU aceptan esta posibilidad. El terreno donde se piensa hacer el asentamiento, argumentan, está rodeado de suelo no urbanizable.Tampoco parecen alentadas las movilizaciones por intereses de los grupos de extrema derecha. Éstos se han sumado después, con el apoyo al bando del alcalde que penaliza el consumo de droga en la calle.

En cuanto al origen político de Nicanor Briceño, las fuentes consultadas ignoran si tuvo alguna militancia concreta anteriormente. Briceño se ha declarado ideológicamente de izquierda, aunque no afiliado. Sus vecinos sí están claramente en ese lado. En el barrio de Los Rosales -el más próximo al proyectado asentamiento gitano-, votó al PSOE cerca de un 60%; a Izquierda Unida, más de un 15%; y el PP recogió un 22% de los votos en las pasadas elecciones municipales. Datos que también tienden a descartar una mano oculta del PP, empezando por que es el partido del alcalde que ha debido coger la patata caliente.

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