La paralización de la contrucción turística deja 20.000 apartamentos nuevos sin vender

La construcción turística, que en 1989 representaba el 25% del sector de la vivienda en España y generó inversiones por valor de unos 500.000 millones de pesetas, está casi paralizada. La espiral de especulación y oportunismo de algunos promotores ha provocado una total saturación de la oferta, por lo que en las costas españoles hay unos 20.000 apartamentos totalmente nuevos para los que no se encuentra comprador, ni español ni extranjera. Algunas inmobiliarias han entrado en crisis y los precios de los apartamentos han caído hasta un 60% en Canarias respecto a 1989.

En torno a la mitad...

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La construcción turística, que en 1989 representaba el 25% del sector de la vivienda en España y generó inversiones por valor de unos 500.000 millones de pesetas, está casi paralizada. La espiral de especulación y oportunismo de algunos promotores ha provocado una total saturación de la oferta, por lo que en las costas españoles hay unos 20.000 apartamentos totalmente nuevos para los que no se encuentra comprador, ni español ni extranjera. Algunas inmobiliarias han entrado en crisis y los precios de los apartamentos han caído hasta un 60% en Canarias respecto a 1989.

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En torno a la mitad de las 43.000 viviendas nuevas que no hallan comprador en España es de uso turístico, según Manuel Martí, gerente de la Asociación Nacional de Promotores Constructores. Ese dato da idea de la magnitud de la crisis que vive un sector que, hace sólo dos años, estaba en plena euforia. La resaca ha dejado las costas españolas llenas de apartamentos vacíos, saldos y edi5cios a medio construir.En lo que va de año, las inversiones en apartamentos se han reducido casi a cero, según Manuel Martí. La crisis más importante ha sido la de Canarias, donde entre 1988 y 1990 el número de apartamentos iniciados ha bajado en un 95%. En Baleares, el descenso ha sido de[ 70%; en Cataluña, superior al 65%, y en la Costa del Sol, casi del 50%. La escasez de estadísticas hace imposible conocer datos sobre las restantes zonas turísticas, pero en todas ellas se aprecia una paralización casi total.

Canarias es la comunidad donde la crisis ha alcanzado mayor magnitud. En noviembre de 1988, se concedieron permisos para la construcción de 1.286 apartamentos en la provincia de Las Palmas, con una inversión de 1.788 millones de pesetas. En el mismo mes de 1990, hubo autorizaciones para siete apartamentos, con una inversión 12,6 millones.

Al mismo tiempo, los precios de venta de los apartamentos turísticos han bajado hasta un 60% en Canarias, al igual que los precios de los alquileres. Jorge Rodríguez, responsable de la patronal de construcción de Canarias, afirma que "un apartamento que hace tres años podía valer entre ocho y 11,2 millones, se puede encontrar ahora por cuatro o cinco millones". La crisis turística ha desatado la crisis inmobiliaria en Canarias, y los constructores, asfixiados, no dudan en cometer dumping- -venta por debajo del precio de coste- para obtener liquidez.

Algo parecido ha ocurrido con los alquileres. Los propietarios, que obtenían unas rentas de 80.000 a 100.000 pesetas mensuales, han visto reducidos sus ingresos medios a entre 20.000 y 40.000 pesetas, ya que hay menos turistas y, pagan precios más baratos.

Caída de precios

Pese a ]a caída de los precios sigue habiendo en Canarias entre 5.000 y 6.000 apartamentos que no encuentran comprador, según estimaciones de Jorge Rodríguez. La mayor retracción se ha producido por parte de los compradores españoles. Las compras por parte de: extranjeros -que eran en torno al 20% del total- no se han detenido del todo.

En la Costa del Sol, la recesión ha sido menor, en parte porque la Zona acoge mucho turismo de calidad, como demuestra la existencia de 22 campos de golf. El responsable de los promotores turísticos de la Costa del Sol, José Prado, explica que "el turismo de alto nivel adquisitivo ha permanecido, pero la crisis ha afectado más al medio-alto".

En cualquier caso, hay en la Costa del Sol unos 8.000 apartamentos nuevos sin vender y los precios, según José Prado, han bajado entre un 10% y un 15%. "No pueden bajar más, porque los elevados costos de suelo y la presión fiscal no lo permiten", explica. En 1989, se inició en la Costa del Sol la construcción de 7.000 apartamentos, la cifra cayó un 30% en 1990 y otro 15% en el primer semestre de este año.

La mayor retracción se ha producido en las compras de inmuebles por parte de extranjeros. Hasta 1989, ciudadanos extranjeros adquirían el 90% de la construcción turística en la Costa del Sol, y ahora sólo representan el 50%, habiendo entrado en el mercado de forma más clara compradores españoles.

En las islas Baleares, la superficie construida en edificación turística descendió en un 70% entre 1988 y 1990. Paralelamente, la inversión pasó de 28.052 millones de pesetas a 9.000 millones, lo que representa un descenso del 68%, según datos facilitados por Manuel Gómez, responsable de la Asociación de Promotores Constructores de Baleares.

En Cataluña, según datos del Departamento de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat, la disminución en la construcción de viviendas en zonas turísticas entre 1988 y 1990 ha sido del 64%. Pasó de 29.264 viviendas iniciadas en 1988 a 11.578 en 1990. La tónica descendente continúa, con 4.107 en el primer semestre de este año.

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