Cartas al director

Colillas bronceadas

Respecto al ínfimo artículo publicado por EL PAÍS el pasado día 3 de septiembre bajo el lema En la playa, desearía comentar lo siguiente.

1. Señor Gómez Ugarte, en su visión tan absurda de la playa habla usted de "maqueras gruesas que aposentan sus sucias cajones sobre la arena"; si con ello se refiere a las mujeres, habría que tacharle de racista.



2
. Reprocha usted que los hombres, a partir de los 20 años, echan barriga (algún sabio la denominó "curva de la felicidadd"), mugen (yo, con 17 años, también quiero formar parte de ese selecto club), beben ...

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Respecto al ínfimo artículo publicado por EL PAÍS el pasado día 3 de septiembre bajo el lema En la playa, desearía comentar lo siguiente.

1. Señor Gómez Ugarte, en su visión tan absurda de la playa habla usted de "maqueras gruesas que aposentan sus sucias cajones sobre la arena"; si con ello se refiere a las mujeres, habría que tacharle de racista.

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2. Reprocha usted que los hombres, a partir de los 20 años, echan barriga (algún sabio la denominó "curva de la felicidadd"), mugen (yo, con 17 años, también quiero formar parte de ese selecto club), beben cerveza (vicio maravilloso, e indispensable para conseguir la hermosa barriga que estamos orgullosos de tener), dejan los botellines en la arena (en la arena que suele acumularse en el fondo de los cubos de basura que abren sus fauces para digerir nuestros desperdicios) y miran a los demás (hacia sus hijos con el Fin de saber que no les acechan peligros, hacia sus mujeres con una sonrisa en los labios para que ellas participen de la felicidad que les inunda. y miran con odio a la gente como usted).

3. Las mujeres exponen su cuerpo al sol con el único fin de broncearse y conseguir una belleza superior a la que ya tienen.

4. No hay nada más sensual y dulce que encontrar en la playa una colilla bronceada por el carmín de unos labios.-

Madrid.

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