Un olor insoportable permitió hallar el cuerpo de un heroinómano que murió solo

Fernando R. A., de 24 años, fue hallado el jueves por la noche sin vida en un apartamento de la calle del General Ricardos, 218, en el distrito de Carabanchel. El cadáver tenía una jeringuilla colgada del brazo, pero está sin determinar si murió tras inyectarse una sobredosis de heroína o una dosis adulterada. El "insoportable" olor que desprendía el cadáver del joven, que llevaba varios días muerto, alertó a los vecinos, que llamaron a la policía.

"El pobre chaval estaba morado, parecía un negro, el olor era insoportable", dice una de las vecinas que llamaron a la policía. "El televiso...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Fernando R. A., de 24 años, fue hallado el jueves por la noche sin vida en un apartamento de la calle del General Ricardos, 218, en el distrito de Carabanchel. El cadáver tenía una jeringuilla colgada del brazo, pero está sin determinar si murió tras inyectarse una sobredosis de heroína o una dosis adulterada. El "insoportable" olor que desprendía el cadáver del joven, que llevaba varios días muerto, alertó a los vecinos, que llamaron a la policía.

"El pobre chaval estaba morado, parecía un negro, el olor era insoportable", dice una de las vecinas que llamaron a la policía. "El televisor y las luces estaban encendidos. El estaba tumbado en el sofá con una jeringuilla colgando del brazo"."La casa la tiene alquilada una chica joven que está de vacaciones y que debió de dejarle las llaves a él. No lo habíamos visto antes, pero sabíamos que alguien entraba de vez en cuando. Además, el día antes, una chica llamó a la vecina que tiene las llaves preguntándole si había visto entrar a un chico joven", añade.

El joven guardaba en sus bolsillos el documento nacional de identidad, un carné militar y el de un equipo madrileño de fútbol. La familia, que vive cerca de la casa donde murió el joven, no ha querido hacer declaraciones sobre él. El padre, que conocía la situación de su hijo, fue el que reconoció el cadáver. Lo estaban buscando porque hacía días que no iba ni al trabajo ni a casa.

Esa misma noche, tres personas eran detenidas, según informa la Policía Nacional, por tráfico de drogas. Antonio Motos García, de 23 años, y su esposa, Purificación Jiménez Mendoza., de 20, están acusados de traficar con heroína en una chabola de La Celsa. Se les intervino casi medio kilo de heroína, una balanza de precisión, un kilo de oro en joyas, dos millones y medio de pesetas y una escopeta. Cerca, en el barrio de Entrevías, Francisco José S. A., de 31 años, propietario de un bar en la calle del Monte Aya, fue detenido con 60 gramos de hachís que, según indicios policiales, vendía a sus clientes.

Horas más tarde, en la mañana de ayer, una mujer de unos 50 años aparecía flotando en el Manzanares, en la presa número 9.

Los bomberos tardaron una hora en sacar el cuerpo de la presa de contención.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El cepillo de las Calatravas

En los sucesos en el centro de la ciudad predominaron los robos. Ayer, el sacristán de la parroquia de las Calatravas, en Retiro, comprobó que, por quinta vez en dos meses, alguien robó el dinero del cepillo. En la primera ocasión se llevaron hasta 400.000 pesetas.

En el paseo de Rosales, a un hombre le robaron el jueves joyas valoradas en 10 millones. Era un muestrario que llevaba en su coche. La víctima se detuvo para cambiar una rueda pinchada y el ladrón se apoderó del botín. En la calle de Alcalá, unos delincuentes robaron 900.000 pesetas y, varios décimos en una administración de lotería.

Sobre la firma

Archivado En