"La palabra comunista es irrenunciable", afirma Anguita

Julio Anguita, secretario general del PCE, aseguró ayer que la palabra comunista "sigue siendo irrenunciable" a pesar de la disolución del PCUS. Anguita rechazó que el desmantelamiento del PCUS deba originar un fenóme,no similar en España, ya que la "ejecutoria de ambos partidos es totalmente distinta". Anguita, que se enfrentará a fin de año en el próximo congreso de su partido a un sector del mismo que pide la disolución como tal del PCE, dijo que el término "comunista" es "irrenunciable". "En mi caso", añadió, "es un compromiso con toda una apuesta. Soy comunista como referencia de rechazo ...

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Julio Anguita, secretario general del PCE, aseguró ayer que la palabra comunista "sigue siendo irrenunciable" a pesar de la disolución del PCUS. Anguita rechazó que el desmantelamiento del PCUS deba originar un fenóme,no similar en España, ya que la "ejecutoria de ambos partidos es totalmente distinta". Anguita, que se enfrentará a fin de año en el próximo congreso de su partido a un sector del mismo que pide la disolución como tal del PCE, dijo que el término "comunista" es "irrenunciable". "En mi caso", añadió, "es un compromiso con toda una apuesta. Soy comunista como referencia de rechazo de lo que existe y voluntad de transformar lo que existe".Que el PCUS haya sido desmantelado por una decisión de su secretario general, Mijaíl Gorbachov, y no por un congreso, indica la "poca vida" que tenía ya esa formación, según agregó. Anguita respondió que el hundimiento del comunismo en la Unión Soviética tampoco debe llevar a los comunistas españoles a concluir que se debe acelerar el traspaso de competencias del PCE a la coalición Izquierda Unida (IU). "¿Qué más competencias le puede traspasar el PCE a IU, si las tiene todas?", dijo.

El líder del PCE considera que la decisión de Gorbachov ha venido impuesta por Borís Yeltsin que representa "el autoritarismo de derechas, el populismo, el nacionalismo, la exacerbación delirante de la palabra mercado y sectores zaristas". "Estamos en 1917, pero al revés", añadió.

Juan Berga, del secretariado del PCE, aunque recalcó la desvinculación de su partido con el PCUS, defendió en cambio la necesidad de acelerar el trasvase de competencias hacia Izquierda Unida, para que cuando se produzca la tercera asamblea de esta formación tenga ya todos los atributos de un partido. "El PCE dejaría de ser un partido, para ser una cultura dentro de IU", manifestó Berga.

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Mientras, la conveniencia, de disolver o no el PSUC, el partido histórico de los comunistas catalanes, se planteará en el congreso que este partido tiene previsto celebrar en otoño de 1992, según manifestó ayer a Enric Company su secretario general, Rafael Ribó.

El dirigente comunista catalán señaló que los acontecimientos en la URSS han reforzado la política seguida por el PSUC desde 1986, cuando impulsó la creación de la federación Iniciativa per Catalunya (IC), en la que el partido comunista se integra.

Ribó añadió que la consolidación de Iniciativa per Catalunya debe desembocar en la sustitución del PSUC por IC y afirmó que este proceso está "ya muy avanzado".

Respecto al PCE, de cuya dirección también forma parte, Ribó dijo que la transferencia de funciones políticas a Izquierda Unida está "más atrasada" que en el caso del PSUC. "El objetivo debe ser, sin embargo, el mismo: la sustitución del PCE por Izquierda Unida", afirmó.

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