Detenidas tres personas que intentaron robar en el Supremo documentos del "caso Ruiz-Mateos'

La Guardia Civil ha detenido y puesto a disposición judicial a tres personas -cuya identidad no se hizo pública- que durante el pasado fin de semana intentaron sustraer de las dependencias del Tribunal Supremo el sumario de la causa especial contra José María Ruiz-Mateos, que se sigue en su sala segunda. Uno de los detenidos pernoctó en un armario y recibió ayuda exterior a través de un transmisor. Sorprendido en plena operación, facilitó la detención de sus compinches el lunes último, en el momento en que acudieron a recoger el supuesto botín.

El frustrado robo obligó a uno de sus ejec...

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La Guardia Civil ha detenido y puesto a disposición judicial a tres personas -cuya identidad no se hizo pública- que durante el pasado fin de semana intentaron sustraer de las dependencias del Tribunal Supremo el sumario de la causa especial contra José María Ruiz-Mateos, que se sigue en su sala segunda. Uno de los detenidos pernoctó en un armario y recibió ayuda exterior a través de un transmisor. Sorprendido en plena operación, facilitó la detención de sus compinches el lunes último, en el momento en que acudieron a recoger el supuesto botín.

El frustrado robo obligó a uno de sus ejecutores a pasar una noche durmiendo en un armario de cristal, habitualmente cerrado con un candado, junto a las dependencias de la Sala Segunda del Tribunal Supremo. Los servicios de vigilancia del palacio de Justicia observaron restos de comida y una botella de agua junto al armario y, poco después, percibieron la presencia de un individuo que revolvía papeles en una de las secretarías de la sala, en la que desde julio de 1989 permanece la causa especial número 1.410/1989 contra Ruiz-Mateos, remitida por la Audiencia Nacional, dada la condición de eurodiputado del empresario del holding de la abeja.Avisada la Guardia Civil, encargada oficialmente de la custodia del palacio de Justicia, se observó que el individuo recibía instrucciones desde el exterior a través de un transmisor-receptor. Los guardias civiles le indicaron que prosiguiera su trabajo sin alertar a los del exterior y comprobaron cómo quienes comunicaban con él mostraban un gran conocimiento de la causa. Entre los documentos requeridos figuraba un aval de 10 millones de pesetas prestado por Joaquín Ivancos Muñiz -al parecer un abogado de Valencia- en favor de Ruiz-Mateos.

Terminada la recogida de documentos, el individuo que actuaba en el interior acordó con los otros, por indicación de la Guardia Civil, que haría unos paquetes con todo el material, para que ellos lo recogieran en la mañana del lunes en un lugar convenido del propio palacio de Justicia. El contenido de tales paquetes eran guías de teléfono viejas. A primera hora de la mañana del lunes acudieron dos personas a recogerlos y, a la salida del palacio de Justicia, fueron detenidos por la Guardia Civil, que los puso a disposición judicial, igual que había hecho el día anterior con la persona que actuó en el interior.

"Tiene que estar"

Una coincidencia hizo que el denominado rollo de sala, que contiene el material procedente de la Audiencia Nacional, no se encontrara en el lugar habitual, en donde lo buscaban los frustrados ladrones.

La secretarla de la sala de vacaciones, Herminia Palencia había trasladado la parte principal de la causa -de la que es ponente el magistrado Fernando Cotta y Márquez de Prado- para hacer unas comprobaciones, ya que en su despacho tenía aire acondicionado. De ahí que, cuando el ladrón del interior decía no encontrar los tomos solicitados, desde fuera le aseguraran: "Tienen que estar, tienen que estar".

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Cuando Palencia llegó el lunes al trabajo y fue avisada de lo ocurrido, comunicó que la parte principal del caso Ruiz Mateos estaba en su poder. Palencia recordó que en los tres meses últimos les robaron el bolso a ella y a otras compañeras suyas, lo cual podría estar relacionado con la facilidad que encontró el ladrón para abrir despachos y armarios.

La ausencia, ayer, de la magistrada que lleva el caso y el mutismo de una fiscal impidieron conocer la identidad de los detenidos, que probablemente se encuentran ya en libertad.

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