"¡Gora ETA, venid a por nosotros!"

María Eugenia Muñagorri se entregó ayer a la policía gritando "no sé nada y no tengo culpa de nada", mientras que sus compañeros decían "¡gora ETA!"' y "¡venid a por nosotros, cabrones!". Varios vecinos lo oyeron y pensaron que los que gritaban aquello serían mártires al poco tiempo.Morlans, el lugar en que se mantuvo durante cuatro horas el tiroteo entre etarras y agentes, es un barrio donde nunca pasa nada, de clase obrera y gente tranquila.

Cuando terminó la refriega, una familia que había visto y oído todo a pocos metros salía de su casa preocupada porque iban a llegar tarde ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

María Eugenia Muñagorri se entregó ayer a la policía gritando "no sé nada y no tengo culpa de nada", mientras que sus compañeros decían "¡gora ETA!"' y "¡venid a por nosotros, cabrones!". Varios vecinos lo oyeron y pensaron que los que gritaban aquello serían mártires al poco tiempo.Morlans, el lugar en que se mantuvo durante cuatro horas el tiroteo entre etarras y agentes, es un barrio donde nunca pasa nada, de clase obrera y gente tranquila.

Cuando terminó la refriega, una familia que había visto y oído todo a pocos metros salía de su casa preocupada porque iban a llegar tarde a una boda.

Unos vecinos, por orden policial, tuvieron que encerrarse en sus casas, y otros, desobedeciendo y enfrentándose verbalmente a la Guardia Civil, lo presenciaron todo a menos de 100 metros del caserío cercado. La decena de personas que se encontraba en ese momento en la calle apoyaba verbalmente a los "chicos de dentro", y después, cuando murieron, se compadecieron visiblemente. Los otros vecinos siguieron las operaciones por radio y televisión, y, por supuesto, sin salir de casa.

Página 14

Archivado En