Ni carne, ni pescado

Quizás la mejor forma de definir la evolución de la Bolsa de Barcelona durante la semana que terminó ayer sea la típica expresión ni carne ni pescado, equivalente de aquella otra que dice ni chicha ni limoná.Durante las cinco últimas sesiones se han producido diversas alternativas -alzas unos días, bajas otros-, pero en ningún caso puede decirse que hayan sido significativas ni ha parecido que pudiera vislumbrarse una tendencia clara con vistas a próximas sesiones.

En resumen, la semana ha terminado como había empezado, o como acabó la semana anterior: en un clima de total...

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Quizás la mejor forma de definir la evolución de la Bolsa de Barcelona durante la semana que terminó ayer sea la típica expresión ni carne ni pescado, equivalente de aquella otra que dice ni chicha ni limoná.Durante las cinco últimas sesiones se han producido diversas alternativas -alzas unos días, bajas otros-, pero en ningún caso puede decirse que hayan sido significativas ni ha parecido que pudiera vislumbrarse una tendencia clara con vistas a próximas sesiones.

En resumen, la semana ha terminado como había empezado, o como acabó la semana anterior: en un clima de total indefinición del mercado. Y es que los meses veraniegos, tan escasamente pródigos en noticias y en actividad de cualquier tipo, no hacen ninguna excepción con el mercado bursátil, que se mueve apenas por inercia a la espera de lo que aportará la reapertura del curso económico en septiembre.

Ayer, los intercambios fueron escasos, con tan sólo 142 clases de acciones contratadas. Alimentación, monopolios y servicios varios fueron los sectores que registraron alzas en la bolsa barcelonesa, mientras que comercio y cementos bajaron de forma más significativa.

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