Tribuna:

El papel concede una tregua

La superación una vez más, por parte de Wall Street, del nivel del 3.000 no ha podido ser convenientemente valorada por la bolsa española, más pendiente de las profecías del responsable de Economía sobre lo que se nos viene encima que de las alegrías ajenas, sobre todo si son infundadas.Los vendedores concedieron una tregua a un mercado en plena crisis de confianza, lo que no fue aprovechado por comprador alguno a juzgar por el volumen negociado, que volvió a quedarse por debajo de los 10.000 millones de pesetas efectivas.

El precario equilibrio inicial a que llevó el paréntesis abierto...

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La superación una vez más, por parte de Wall Street, del nivel del 3.000 no ha podido ser convenientemente valorada por la bolsa española, más pendiente de las profecías del responsable de Economía sobre lo que se nos viene encima que de las alegrías ajenas, sobre todo si son infundadas.Los vendedores concedieron una tregua a un mercado en plena crisis de confianza, lo que no fue aprovechado por comprador alguno a juzgar por el volumen negociado, que volvió a quedarse por debajo de los 10.000 millones de pesetas efectivas.

El precario equilibrio inicial a que llevó el paréntesis abierto por los vendedores cambió de tono a media tarde, cuando Wall Street conseguía a duras penas mantener el 3.000 y hubo quien decidió arriesgar algunos duros por si el próximo lunes las cosas siguen así.

El ambiente de los mercados monetarios, con las operaciones a medio y largo plazo subiendo de precio, no parece conducir a una reacción inmediata de la bolsa, pero Wall Street puede imponer algo de tranquilidad en el supuesto de que justifique la última subida de sus cotizaciones.

El índice ganó 38 centésimas al cierre de la sesión, una cifra a todas luces insuficiente para lograr salir de la zona de peligro en que se metió de lleno el pasado jueves.

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