Solchaga anuncia, tras romperse el pacto, "un ajuste prolongado", menor crecimiento y más paro

La concertación quedó ayer rota al levantarse de la mesa los sindicatos, una vez que habían constatado el rechazo del Gobierno y la CEOE a todas sus demandas. Ahora el Gobierno procederá a tomar medidas para lograr la competitividad. Según anunció el ministro de Economía, Carlos Solchaga, consistirán en "un ajuste prolongado" en política monetaria y fiscal hasta converger con la CE. Asimismo precisó que la ausencia de pacto provocará que "renunciemos a un potencial mayor de crecimiento económico y de creación de empleo". Sus cálculos indican que la economia crecerá el 1% menos y el empleo el 1...

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La concertación quedó ayer rota al levantarse de la mesa los sindicatos, una vez que habían constatado el rechazo del Gobierno y la CEOE a todas sus demandas. Ahora el Gobierno procederá a tomar medidas para lograr la competitividad. Según anunció el ministro de Economía, Carlos Solchaga, consistirán en "un ajuste prolongado" en política monetaria y fiscal hasta converger con la CE. Asimismo precisó que la ausencia de pacto provocará que "renunciemos a un potencial mayor de crecimiento económico y de creación de empleo". Sus cálculos indican que la economia crecerá el 1% menos y el empleo el 1,5% menos -700.000 parados más a finales de 1995-, en un escenario donde los salarios no suban al ritmo de la productividad.

Carlos Solchaga confesó ayer que la ruptura de la concertación social le produce "una profunda decepción" por los desafíos que tiene España ante la entrada en vigor del mercado único de 1993. Sin embargo, tal como prometió el primer día de las negociaciones, renuncia a buscar culpables. Una vez constatado el fracaso de. unas negociaciones que desde el primer momento se habían presentado muy difíciles, el Gobierno incluirá en el anteproyecto de los Presupuestos Generales del Estado de 1992 las medidas necesarias para lograr la competitividad y para reducir los diferenciales con la CE en materia de inflación. También procederá a poner en marcha algunas modificaciones estructurales y, por ejemplo, la reforma del Instituto Nacional de Empleo (Inem), se presentará al dictamen del Consejo General del organismo, en el que están representados los sindicatos mayoritarios y la patronal CEOE.El ministro de Economía negó que vaya a aplicarse "un ajuste duro", pero sí "un ajuste prolongado" en política monetaria y fiscal. El costo de esas medidas en materia de empleo, aseguró, puede ser mayor que si se hubiera logrado un pacto.Los representantes de la CEOE sí buscaron culpables de la ruptura y Juan Jiménez Aguilar, secretario general de la patronal, dijo con rotundidad que "los sindicatos no han querido negociar, han venido a impedir el acuerdo". Y a continuación añadió: "Hay que decirlo todo. El primero que se ha puesto en pie ha sido don Nicolás Redondo y detrás de él han desfilado todos los demás, sin esperar a que el ministro de Economía diese por finalizada la sesión".Los dirigentes de UGT y CC OO, Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez, ya habían previsto esas acusaciones y Redondo había declarado previamente que corrían "el riesgo de que se pueda matar al mensajero por decir la verdad". Su verdad es que las tres reuniones habían sido un fracaso absoluto y que el desacuerdo era total en todos los temas.

La "gran mentira"

Antonio Gutiérrez aseguró que los sindicatos no querían contribuir a "la gran mentira de estas negociaciones que se limitaban a una moderación de salarios". Su argumento es que el Gobierno no tenía intención de negociar un pacto de rentas global, ni se aseguraban dos puntos de mejora del poder adquisitivo a los trabajadores y, además, se pretendía dejar fuera de la discusión a nueve millones de pensionistas, parados subsidiados y trabajadores sujetos a salario mínimo.

Redondo desglosó todos los desacuerdos. La negociación que, a su juicio, perseguíaq el Ejecutivo y la patronal se limitaba a un pacto de moderación para los trabajadores con convenio, no querían eliminar los contratos de fomento del empleo que permiten la rotación de varios trabajadores en el mismo puesto de trabajo estable, no estaban dispuestos al control de los beneficios empresariales, pretendían legalizar las empresas de trabajo temporal, proponían unos aumentos salariales que incluyeran los deslizamientos, y no garantizaban una cláusula de revisión universal y por ley.Su versión de la propuesta de Carlos Solchaga en materia de aumentos salariales es que en cualquier subida salarial se debían incluir los deslizamientos -el 0,9%,- y se tomaba como referencia el aumento de la productividad -el 1,6%- La conclusión es que la subida salarial ofrecida es el 0,7% d e aumen to real.

La opinión de Nicolás Redondo es que los responsables de que las negociaciones hayan acabado en un fracaso total son quienes han puesto sobre la mesa todas esas propuestas y quienes han rechazado todas las demandas de los sindicatos.

Carlos Solchaga rehusó entrar en detalles y afirmó que "se es más lacónico cuanta menos mala conciencia se tiene".

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