Tribuna:

Se impone el papel

Los inversores se muestran cada vez más desconfiados ante el cariz que van tomando los acontecimientos a nivel internacional. Esta vez ha sido Tokio, con una nueva caída de 722 yenes, el mercado que ha puesto alas a la salida de papel, aunque la situación de la propia Bolsa ya es de por sí lo suficientemente preocupante. Los volúmenes negociados son los que están poniendo la trayectoria bursátil en sus justos términos, ya que las cotizaciones suelen encontrar algún que otro apoyo que no hacen más que distorsionar la perspectiva del mercado. Una apertura a la baja de casi 20 puntos en Wall Stre...

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Los inversores se muestran cada vez más desconfiados ante el cariz que van tomando los acontecimientos a nivel internacional. Esta vez ha sido Tokio, con una nueva caída de 722 yenes, el mercado que ha puesto alas a la salida de papel, aunque la situación de la propia Bolsa ya es de por sí lo suficientemente preocupante. Los volúmenes negociados son los que están poniendo la trayectoria bursátil en sus justos términos, ya que las cotizaciones suelen encontrar algún que otro apoyo que no hacen más que distorsionar la perspectiva del mercado. Una apertura a la baja de casi 20 puntos en Wall Street llevó al índice madrileño a un recorte de 4,80 puntos, aunque muy pronto llegaron los apoyos y las cosas cambiaron bastante.El contraste con el mal ambiente de la Bolsa lo pone la situación del resto de los mercados financieros, en los que la tranquilidad, o la inmovilidad, son la nota destacada. Esta ausencia de datos negativos propios es lo que lleva a centrar la atención en las bolsas internacionales, de las que también llega de cuando en cuando algo bueno, como la remontada del Dow Jones coincidiendo con el cierre de la Bolsa española, situación que, esta vez sí, justificó la reacción habitual de los minutos finales. El índice limitó su caída a 4,08 puntos.

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